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06 MONDA: AL-MUNDAT, EL BLANCO Y LA LEYENDA

martes, 19 de mayo de 2009

Monda recogida. Monda de espíritu blanco inmaculado. Monda de sopas arrieras, contundentes y soberbias. Monda de tradición serrana con vistas a las nieves y al Guadalhorce. Monda de castillos enhiestos y frescas aguas corrientes. Monda de estatura y paso obligado. Monda de Al-Mundat. Monda de leyendas y almendros ensangrentados. Monda presunta del César de Roma. Monda de los campos y de los olivos. Monda pregonada por Omar Ben Hafsun. Monda de atalayas y calvarios. Monda que fue declarada Paisaje Pintoresco en 1971. Monda con sus plazas y plazuelas. Monda para recorrerla, para degustarla.

Llegada y planning

Surge como un caserío blanco entre los olivares. Reminiscencia mediterránea, aromas de aceite y Omar Ben Hafsun que todo parece presidirlo desde el castillo. Monda sinuosa, encamada sobre las laderas de los cerros que la circundan. Pronto desde la llegada se observan sus tejados cuadrados, sus azoteas de ropas tendidas a secar al sol. Siguiendo las indicaciones de centro urbano encontramos el parking público gratuito de Arroyo de la Luci. No hay problema para estacionar, el aparcamiento está en el mismo centro. Nada más descender del coche nos saluda la apacible y tranquila banda sonora mondeña que nos acompañará toda la mañana, trinar de pájaros y vuelo esquivo de golondrinas. Hoy no tenemos un planning de viaje establecido, conocemos, gracias a la página web del Patronato de Turismo de la Costa del Sol, los lugares más destacados a visitar y esperamos, con esta referencia, seguir las indicaciones turísticas que nos señalen el camino. Hay varias cosas que ver: el Castillo, el Lavadero de La Jaula, el Calvario, las cuatro fuentes, la Parroquia de Santiago y la casa Museo de Mari Gloria.

El desayuno en casa de Juan "Papa" o "El de las Papas"

Desde el parking salimos a la calle principal y frente a nosotros tenemos la que será una de las primeras visitas, la Fuente y Lavadero de La Jaula. Pero antes, hemos de desayunar, así que tomamos camino a la izquierda y nos dirigimos al bar "De la Rubia". En la misma calle, y mientras ascendemos, encontramos un estanco donde comprar postales y franqueo, 0,82 céntimos. Subimos por la calle/carretera de la Jaula y llegamos hasta la Plaza de la Ermita, donde podemos contemplar el monumento al carbonero, una estatua erigida en memoria de los trabajadores de Monda. Vemos el Bar Restaurante "De la Rubia" también conocido como el de Juan "papa" o Juan "el de las papas". Tomamos asiento en su terraza y no podemos resistir en preguntar - ¿Por qué ese apodo?. - Porque ya me tocó, ya me tocó sembrar muchas papas-, contesta desde sus 77 años. -La gente me preguntaba, Juan ¿dónde vas con tantas papas?, a lo que les contestaba - Y no me pesan, y no me pesan- El bar de Juan es uno de esos establecimientos de comida auténticamente casera, sin aditivos, en la que el servicio es charlatán y amigable y en el que se podría departir durante horas con los dueños. Historia viva de Monda, de sus querencias y de sus vicisitudes. Hoy estamos tres viajeros. Pedimos 2 refrescos de cola, 1 café con leche, 1 pitufo de bacon queso, 1 pitufo mixto y una chapata de bacon queso, en total 7 euros. Por cierto, el bacon, es bacon de verdad. Sobran las palabras para definir la textura, el sabor intenso, el aroma delicioso... Sobran las palabras. Antes de terminar Juan "papa" nos trae unas aceitunas "aliñás" por su hija. - Son de la casa-, asegura.

El Lavadero de la Jaula

Tras el desayuno, descendemos de nuevo por la calle/carretera de La Jaula y realizamos nuestra primera visita. La Fuente lavadero que lleva el mismo nombre de la calle. Situada en el centro del pueblo y de un blanco inmaculado imaginamos hubo de ser en tiempos pasados un lugar neurálgico de Monda. Su nombre, la Jaula, proviene del vocablo árabe "Al-Haura" que significa fuente de las afueras o de la hondura. Una fuente de cuatro caños principales, perfecta para refrescarse, constituye la pared primera del lavadero, construido a continuación. En su placa puede leerse un poema de Cristóbal Jiménez Encina que dice "Misterio encierra en su rumor la fuente que en su cristal retrata el firmamento". Más adelante sabremos que el lavadero y Fuente de la Jaula están recientemente restaurados y que estuvieron a punto de perderse por falta de cuidado. Ahora, luce de blancura reluciente y acompaña, con su canto de aguas al viajero. Nuestro próximo objetivo es la Parroquia de Santiago. Más o menos ubicados, ascendemos por el lavadero y una vez subidas sus escaleras, decidimos preguntar a una mondeña por la dirección de la iglesia. Se presta a acompañarnos y, enseguida, nos facilitará una información muy útil.

La Casa Museo de Mari Gloria

Llegamos a una bifurcación y tomamos dirección a la derecha, pasamos enfrente de la Fuente de la Esquina, junto una plazuela, una de las muchas que hay en Monda y que, siempre acompañadas de buena sombra, son un lugar ideal para el descanso. Mientras caminamos al lado de la vecina mondeña nos explica que la Parroquia está cerrada. Nuestro gozo en un pozo. Pero que se puede visitar preguntando en la casa de María Sánchez. Primer intento. - No está, ha marchado a Alhaurín el Grande. O preguntando en la Casa Museo de Mari Gloria, que también está cerrada, pero que quizá pueda atendernos. Despedimos a la vecina que amablemente nos ha acompañado y dirigimos nuestros paso hacia la Casa Museo de Mari Gloria, situada en la C/ Amargura 2, tras la plazuela que acabamos de atravesar. La puerta está abierta y escuchamos sonidos de limpieza. Llamamos. Aparece Mari Gloria, le explicamos qué estamos haciendo y que nos gustaría visitar la Parroquia y que una vecina nos ha dicho que ella tiene llaves. Mari Gloria, mujer afable y sonriente, accede amablemente a mostrarnos primero su casa y después la parroquia, que se mantiene cerrada al público de manera habitual y, quizá, como veremos más tarde, con razón. La Casa Museo de Mari Gloria es una viaje al pasado. En ella se conservan las esencias de la vida rural y serrana en una inmutabilidad que ayuda a la imaginación. Una mecedora silenciosa, las camas de hierro forjado, las tinajas, vasos y tazas de barro, el brasero del que parecen destilar perfumes de brasa de naranjo, tinajas, cayados, aperos de labranza. Todo cuidado con exquisito detalle, limpio como una patena y expuesto de forma tan natural que más parece un auténtico viaje en el tiempo que la visita a un museo, un museo vivo. La Casa Museo de Mari Gloria es un exquisito centro etnográfico sin aspiraciones a más, con el detalle de lo simbólico plasmado en los utensilios del quehacer cotidiano, un recordatorio del pasado, y de muchos actuales presentes, del mundo rural. Detalle, grata compañía y el reclamo de la vida sencilla mucho más allá del siglo XXI.

La Parroquia de Santiago y las llamas

La propia Mari Gloria, erigida en ama de llaves de la parroquia nos acompaña hasta la misma. Apenas dista 100 metros de la Casa Museo y se encuentra presidiendo la Plaza de Andalucía, plaza principal del pueblo y de la que los mondeños, por comentarios traídos al aire aquí y allá parecen sentirse orgullosos. Entramos por la puerta parroquial, donde preparan los utensilios del mercado del trueque que iba a tener lugar 24 horas más tarde, tras la sala, salimos a un precioso jardín jalonado de rosales amarillos, rosas, blancos y que posee los restos de la que fue bomba de un pozo. La Parroquia de Santiago tiene tres naves, dos puertas laterales y una central protegida con una reja. Sencilla y fresca, con la figura del venerado nazareno bajo una de las dos cúpulas barrocas y las cruces de la procesión de semana santa como principales objetos de culto. Tenemos suerte de poder contemplarla. Mari Gloria nos cuenta la historia. Hace tres años, en 2006, un vecino de Monda intentó prender la puerta principal de la Iglesia. Derramó líquido inflamable y lo prendió. Gracias a la reja las llamas no pudieron llegar hasta la madera y todo quedó en un susto. Varios días después, el mismo vecino lo intentó de nuevo. Esta vez atacó la puerta lateral, sin protección. El fuego prendió en la madrugada y sólo el azar hizo que el incendio no llegara a mayores. Una vecina pudo dar el aviso. Los bomberos acudieron con la mayor inmediatez y sofocaron las llamas. Antes, la puerta lateral había sido consumida casi en su totalidad y de manera irrecuperable, el humo había penetrado en el interior del templo y ennegrecido todas sus paredes. Nadie podría decirlo contemplada desde 2009, con su blanco reluciente y su conservación perfecta. Quizá, y esto es suposición, venga de ahí ese celo con el que permiten la entrada a los visitantes. Agradecemos a Mari Gloria la exquisita atención prestada y la acompañamos de regreso hasta su casa. Nos indica que desde su puerta a la derecha y ascendienco unos escalones se llega hasta el mirador de la Cruz de Caravaca. Tomamos nota y nos despedimos.

El mirador de la Cruz de Caravaca

Por la misma calle de la Casa Museo, apenas a diez metros a la derecha, vemos una calle escalonada que asciende hasta un camino de tierra y cemento. Una vez accedido a él ya divisamos la pequeña hornacina en la que se encuentra la cruz, enclavada en un mirador. Subimos sin mayor problema y contemplamos la vista de todo Monda a nuestros pies. Es una panorámica perfecta del pueblo. A la izquierda el Castillo Hotel de Al-Mundat, de frente la torre campanario de la Parroquia de Santiago, a su derecha uno de nuestros próximos objetivos, la Cruces del Calvario y, sobre el horizonte, extensiones remotas de olivos. Nos sentamos, a la sombra, en uno de los dos bancos, no sin antes habernos remojado en la fuente tras la hornacina. Allí departimos de lo que vemos y observamos el trazado sinuoso de Monda, que desciende con la forma de los cerros que la rodean. Continuamos. La Fuente de la Mea Mea y las Cruces del Calvario, próximos objetivos.

La Fuente de la Mea Mea y El Calvario

Descendemos por el mismo camino que hemos ascendido, calle Caravaca, llegamos a la puerta de la Casa Museo y giramos hacia la izquierda por la calle Marbella. Vamos en busca de la Fuente de la Mea Mea. Nos llama la atención el nombre, al que no hemos logrado aún dar significado. Por la calle Marbella, dirección Castillo nos topamos con la fuente casi de frente. Se encuentra sobre la acera, en la parte derecha de la carretera. Nos refrescamos y leemos el poema de Federico García Lorca que ilustra los dos caños de agua "Bebe el agua tranquila de la canción añeja ¡arroyo claro, fuente serena!". Con el rostro mojado y el poema aún resonando en los oídos, recorremos el camino a la inversa y dirigimos los pasos hacia la Plaza de Andalucía y la parroquia de Santiago. Tomamos la calle que discurre por el muro derecho del templo hasta llegar a ver la Cruz del Carnero, lugar que marca la entrada antigua al camposanto y que subraya con esa sencilla cruz de madera su aspecto un tanto tenebroso. De frente encontramos el ayuntamiento y por esa misma calle descendemos. Una calle repleta de color y de flores, de macetas, de arriates y de patios escondidos que se entreven tras las puertas abiertas. Siempre resulta agradable perderse un tanto entre las callejas, recorrerlas despacio, con tranquilidad, saboreando la esencia de aromas netamente andaluces y malagueños. Caminamos un trecho hasta la calle/carretera La Jaula y tomamos dirección Coín para dirigirnos hasta las Cruces de El Calvario. No tiene pérdida, se sigue la carretera durante unos cinco-diez minutos hasta la salida del pueblo. Junto a un olivar extenso contemplamos una carretera de subida y, sobre ella, las eras y el Calvario. Blanquísimo, inmaculado sobre el cielo rotundamente azul. Las tres cruces, fin del Via Crucis de Semana Santa, refulgen bajo el sol. Se oyen las primeras chicharras y el trinar constante de los pájaros que nos sobrevuelan. Tras la cruz, la sombra y desde ella, el horizonte de olivos. Sobre el poyete de piedra que circunda el Calvario reposamos y hacemos notar que el apetito se ha ido abriendo paso sin quererlo.

La comida

Nos recomiendan varios establecimientos y aún ansiosos por probar la sopa mondeña decidimos degustarla en una temporada más discreta en relación al calor. Nota pendiente que se puede soslayar hasta el mes de marzo, cuando el municipio celebra su tradiconal fiesta de La Sopa Mondeña. Este año 2009 se celebró el día 22 de marzo con grandísima afluencia de público y donde se cocinó sopa para más de 7.000 personas. Si alguien tiene curiosidad por conocer el secreto de esta sopa contundente puede pinchar en el siguiente enlace: Sopa Mondeña. El Día de la Sopa Mondeña está declarada Fiesta de Singularidad Turísitica Provincial. Pero como decimos, la dejaremos para el mes de marzo. Acudimos al Balcón de la Jaula. Una terraza sobre el Lavadero, donde, cobijados a la sombra sentimos el frercor del discurrir del agua. Lugar perfecto para ir con niños, ya que hay un parque infantil al lado. Somos tres viajeros en este día, pedimos la carta 2 refrescos de cola, una copa de vino, una botella de agua grande para beber. Para comer una Ensalada Alpujata, una pata de chivo, un entrecote a la brasa y una brocheta de pollo. De postre, un café cortado. Precio 57,30 euros. Casi 20 euros por comensal. Las raciones son abundantes, la ensalada deliciosa y completísima (con aguacate, lechuga, maíz y naranja), el entrecote en su punto y una señora pata de chivo. Reposamos con charla amena. Y con el objetivo último de nuestro viaje casi sobre nosotros.

El Castillo de Al-Mundat o de La Villeta

Recogemos el coche del parking. Salimos a la calle/carretera de La Jaula y tomamos dirección Guaro, a la derecha. Al Castillo se puede subir de dos maneras, a través del pueblo y callejeando o por una pendiente mayor, sin calles, a las afueras del pueblo. Optamos por esta última. Salidos del centro urbano y tras descender una cuesta llegamos a una curva de derechas, en ese codo del camino un cartel indica el camino del Castillo, una cuesta seria que se sube sin apenas dificultad. En lo alto del cerro donde se ubica la construcción hay un parking donde estacionar. Del castillo originario, que se data en el siglo III antes de cristo y de época romana, no queda apenas nada. Quizá del catillo pergeñado por Omar Ben Hafsun pueda apreciarse cierto aroma. El castillo es ahora un hotel de lujo con habitaciones a las que han dado en llamar aposentos, con grandes salones para celebraciones, bodas incluidas, piscina, solarium, restaurante, etc. El personal nos atiende amablemente y nos permite pasar hasta la cafetería y divisar así Monda a nuestros pies y un horizonte desde el que se ven los Montes de Málaga. Fresco y perfumado por los pinos de sus alrededores el Castillo es ya sólo un vestigio de lo que fue. Aún con todo, y para respirar cierto hálito de historia medieval nos quedamos con la leyenda que se le atribuye magnificamente relatada por José Antonio Molero en el siguiente enlace: El Almendro Ensangrentado de Monda. Con el eco de los fantasmas aún resonando en nuestros inquietos oídos nos despedimos de Monda. El atardecer se pliega bajo las montañas de Sierra de las Nieves, desde el núcleo urbano nos llegan los cantos de la vida atareada, los trinos de los pájaros, el murmullo de los caños de agua. Observamos Monda y la redescubrimos. Entre su trazado sinuoso, por entre las callejas podemos vislumbrar el rostro de una bella joven que quizá pudiera llamarse Beatriz.

Recomendaciones y enlaces de interés

Consejos útiles: Monda es un municipio relativamente pequeño y el parking donde estacionar está muy céntrico, por eso recomendamos no coger el coche hasta la hora del ascenso al castillo, al que se puede acceder, por su puesto, andando.
La sopa mondeña: Es una sopa arriera contundente, el verano, con el calor es época poco recomendable para degustarla en todo su haber. Si, por contra los viajeros acuden al municipio en época otoñal, no se puede dudar en pedirla.
Enlaces de interés: La página web del Patronato de Turismo de la Costa del Sol ofrece completa información, también en la página web de la Sierra de las Nieves, a la que pertenece. En la web municipal de Monda se puede encontrar información actualizada de los eventos.

Este blog queda abierto a los comentarios, anotaciones, opiniones que los navegantes deseen realizar. Nos vemos en El Color Azul del Cielo.




5 comentarios:

juana dijo...

Egun on a Monda,que por lo que veom sólo conocia la capita mas superficial.Luego la conoceré un poco mejor.

Bego dijo...

Me dice Enrique que había un torero que se llamaba Mondeño.¿ Lo del blanco inmaculado aunque la pared no esté perfecta de donde viene?

Anonymous dijo...

Seis y pico mil viajeros
a lo largo del sendero.

Vivan los pueblos de Málaga.
Incógnitas que descubrir en ellos.
Tú nos haces querer vivirlos.
Una casa que es un museo.
Murmullos de agua por todas partes.
Blancura(no sé que apelativo ponerle)en contraste con el azul.
Fusión de culturas.
Nombres misteriosos y ensoñadores.
Gastronomía que te
llama vorazmente.
Perfumes,aromas,olores.
Paisajes....
¿qué más queremos?

Un abrazo,Israel.

Mentxu dijo...

Israel:Seguimos ilusionados estos viajes contigo y con la esperanza de ver algunos de ellos muy proxímamente.
Tendremos dificultades en la selección porque todos nos resultan atractivos y sugerentes.
He buscado por ahí más cosas de Árchez y Frigiliana y estoy descubriendo una Andalucía inesperada.
Deseo que llegue mañana para ver que sorpresa nos depara tu viaje que ya es el nuestro.
Siempre es un placer leerte.
Agur eta bihar arte.

Antonio Urbano dijo...

Respondiendo a Bego le dire que hubo un torero Juan Grcia Mondeño,cuyo padre era de Monda y el nacio en Puerto real,luego se metio a frailey ultimamente le he perdido la pista,te digo esto porque mi abuela era prima hermano
del padre del torero.Un saludo de
un descendiente de mondeño.