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11 MOCLINEJO: OLIVAR Y OTERO

martes, 23 de junio de 2009

Y hasta aquí llegó Alonso de Aguilar el 19 de marzo de 1483 con 2.700 hombres a caballo y otros 1.000 a pie que viendo el caserío de Moclinejo despoblado decidió incendiarlo hasta los cimientos. Los musulmanes, apostados en el castillo, veían como ardían sus hogares consumidos por las llamas. Como represalia y venganza, no tuvieron piedad. Una lluvia de rocas y flechas cayó a plomo sobre el ejército cristiano desde las alturas. Allí perecieron cientos de soldados. Es desde aquellos infaustos días de 1483 que las montañas situados en la zona norte de Moclinejo recibieron el nombre de Hoya de los Muertos y la loma que desciende desde ellas hasta el centro urbano... La Cuesta de la Matanza...

Arribamos

Contemplamos las lomas erizadas de olivos y vides que rodean Moclinejo no resulta de extrañar que el municipio se encuentre dentro de la llamada Ruta de la Pasa. Una ruta que discurre por seis pueblos de la Axarquía y que tiene como denominador común la producción de vinos dulces con la pasa como ingrediente fundamental. Todas las montañas y cerros, de aridez sobresaliente, se ven salpicadas de olivos, fincas, cortijos, casas de apero y paseros, unas curiosas plantaciones en forma de rectángulos unidos unos con otros y en pendiente, cercados por unos muretes blancos y que recogen las pasas para su secado. Cruzamos el significativo portalón de entrada a Moclinejo, una muralla de piedra con una torre a su izquierda y bajo la que hay que pasar obligatoriamente para acceder a la parte central y sur del municipio. Apenas a cien metros hay un parque infantil y un parking público gratuito donde estacionar el coche. Moclinejo se sitúa en las estribaciones del monte Piedras Blancas, de 673 metros de altura, así que intuimos nuestro paseo será "costoso".


Hacia el centro y entre sus calles



Desde el parking descendemos por la Rambla de Las Flores en dirección a la iglesia, cuya torre hemos divisado y cuyas campanas escuchamos tañer a lo lejos. Hay arriates y macetas con flores en las entradas de las casas, en sus jardines particulares, que destilan cierto frescor hacia la calle, regando con sus perfumes dulces e intensos todos sus recovecos. Se intuye entre las callejas el pasado de labores y trabajos vividos por Moclinejo, su historia vívida y palpitante. Es un municipio sin concesiones, puro en su concepción angosta, con las sombras diseñadas para el cobijo, con algunas de sus estrechas calles sin adoquinar, con la tranquilidad sobresaliente de un municipio pequeño. Se intuye el pasado antiguo de esta población que se sitúa, privilegiada como una atalaya natural sobre el Mediterráneo, que se intuye y se ve desde la gran mayoría de sus calles. Desde la calle Manuel Cabrera desembocamos en la Plaza de España que se constituye como centro neurálgico de Moclinejo. Tras la plaza, grande, rectangular, al abrigo de unas toldadas para paliar el calor se contemplan las tejas del campanario correspondientes a la Iglesia de Nuestra Señora de Gracia. Una torre curiosa, de trazo también rectangular con tres ojos bajo los arcos de medio punto y ocupado el del centro por una campana.


Nuestra Señora de Gracia y La Romería


Nos dirigimos hacia ella y nos topamos con los cánticos de una salve rociera. Un colorido grupo de hombres y mujeres se reunen en torno de una carreta sobre la que descansa una imagen de la Inmaculada Concepción. Los moclinejenses allí reunidos le profesan devoción y la acompañan con voces y salvas mientras un coro de voces femeninas y masculinas canta y toca con deleite a la entrada de una iglesia abierta de par en par. Preguntamos. Hoy se celebra la romería al río, tras la misa y los cánticos a la virgen, los habitantes de Moclinejo se desplazan hasta el río donde degustarán viandas y bebidas hasta bien entrada la tarde. Es una celebración familiar, popular, de tradición arraigada.Vemos cómo parte la carroza por entre sus calles y se oyen allá el sonido de dos o tres cohetes. Con la tranquilidad amplificada por los sonidos que se han ido, entramos en la Parroquia de Nuestra Señora de Gracia. Su interior, de dos naves separadas por tres arcos apoyados en columnas, resulta curioso. Se accede a la nave principal y parece como si la secundaria se hubiera construido a posteriori, ya que el techo, en esa zona es una bajante. Es una iglesia sencilla en su ornamentación pero con mucho encanto. Del techo, alto y sin armazón de madera, dos lámparas de dibujos geométricos. Aún queda algo de algarabía tras el paso de la romería. Suenan, de nuevo, las campanas. Accedemos, de nuevo, a la plaza y optamos por tomar un refrigerio antes de continuar, el calor aprieta.


Un refrigerio y la zona alta de Moclinejo



Observamos que al amparo de las sombrillas del restaurante Reyes se refugian los mayores del lugar, así que allí acampamos. 2 cañas de cerveza, 1 tapa de ensalada malagueña y 1 tapa de ensalada de bocas de mar. Fresco necesario para retomar la visita. Decidimos tras el refrigerio abandonar las guías y recorrer despaciosamente las calles del municipio. Calles escarpadas que asciende y bajan y se retuercen para llegar a un rincón sin salida. Muchas de las puertas de las casas permanecen abiertas para permitir el paso de las corrientes de aire, las mosquiteras se agitan y se hinchan con la brisa. En la visita nos encontramos con la entrada a una bodega en la que rezan los diez mandamientos del vino que comienzan con el primero "Amarás al vino por encima de todas las cosas" y termina con el décimo "Tres cosas en el vino has de considerar espejo, olor y paladar". Continuamos nuestro camino por entre las calles moclinejenses. Envidiamos las posibles vistas que habrán desde algunas de las terrazas y balcones. Los montes circundantes, el mar, los olivos, las vides... Todo un paisaje abierto a la mirada, a los ojos. Es Moclinejo un pueblo recio y duro, pero con el guiño delicado aquí y allá. Paseamos. Saludamos. Trabamos conversaciones. Recabamos algo más de información. Disfrutamos. Tiempo de comer.


Contra el calor, contundencia. Y despedida.



Aún sabiendo de otras posibilidades, regresamos al Restaurante Reyes. Cuando se observa que los lugareños ocupan las mesas y barra de un establecimiento suele significar comida casera y a buen precio. Solicitamos una mesa, accionan el aire acondicionado, leemos la carta, mermada por las celebraciones del día anterior, pero muy bien presentada y variada. Optamos, ante la falta de gazpacho o ajoblanco, por una ensalada mixta completa (3 euros), medallones de solomillo a la pasa moscatel (10 euros), callos con garbanzos (4 euros). 2 botellas de agua de litro, 1 café solo con hielo, 1 licor de hierbas. Total: 22 euros. Destacar dos cosas: el perfume intenso de los callos con garbanzos, finos, delicados en su contundencia y deliciosos (el camarero subraya que los mantienen en la carta durante el verano porque la clientela los solicita); y los medallones con pasa moscatel de la tierra, no podía faltar este condimento en alguno de los platos, También ha de tenerse en cuenta el precio, sin duda económico ante la abundancia de los platos. Abandonamos la isla de frescor que nos ha ofrecido el Restaurante Reyes y salimos a la calle. Regresamos al coche por la Rambla de las Flores, vemos el arco de entrada a la ciudad, los destellos del mediterráneo, las lomas tapizadas de olivos y miramos hacia arriba donde creemos ver a los moclinejenses que allá huyeron el 19 de marzo de 1.483, pero sólo es un espejismo producido por el calor... ¿o no?


Enlaces de interés y consejos útiles


Senderismo: Una de las visitas a realizar con calzado de montaña y en primavera u otoño es el Manchón de las Minas. Hace años Moclinejo vivió, en parte, de la minería de metales preciosos. En la zona norte del pueblo y tras ascender una cuesta importante a través de una pista se llega al Manchón de las Minas, un agujero excavado en la tierra, fruto del pasado minero del municipio. Para encontrar el acceso conviene preguntar. Otras rutas son las que nos llevan hasta Totalán a través de Piedras Blancas o hasta la Venta de Cárdenas o hasta El Borge.
Bodegas: Para los amantes del vino, la Bodega Antonio Muñoz Cabrera abre sus puertas al público. El teléfono de contacto es: 952.408.699.
Enlaces de interés: Como referencia primera la web del Patronato de Turismo de la Costa del sol. También es muy útil y completa la página web municipal, la página web personal Moclinejo. org, o las webs supramunicipales como Axarquía Costa del Sol, Portal Axarquía o Axarquía.es
Consejos: calzado cómodo, Moclinejo es un municipio de calles estrechas por la que apenas pueden transitar los coches, mejor es recorrerlo andando. Si se visita el pueblo en verano no estará demás llevar en la mochila, bolsa o macuto una botella de agua con la que refrescarse. Sentarse bajo las toldadas en la Plaza de España es una delicia.

Este blog queda abierto a todas las sugerencias y recomendaciones de sus lectores. Quiere ser una puerta abierta y cuantas más opciones haya, mejor. Os esperamos en El Color Azul del Cielo.

4 comentarios:

Juana dijo...

Egun on.luego me voy pa Mclinejo.

Nekane dijo...

Peleas,batallas,cristianos,musulmanes,leyendas...Estos pueblos lo tienen todo.
¡Qué bueno,Ruta de La Pasa y..¿qué es la ensalada de bocas de mar? Se me hace la boca agua con los medallones de solomillo a la pasa moscatel.
Me encanta cómo cuentas en "Hacia el centro y entre sus calles".Tu lenguaje particular lo enriquece todo.
Hasta salve rociera habeis tenido.yo nunca he oido una en directo-directo.
Moclinejo:otro pueblo con encanto.
Precioso.Cada día nos acercamos más a sentir y conocer los pueblos malagueños.
Gracias,Israel y un abrazo muy grande.

Elba dijo...

Viajo contigo y lo vivo intensamente.
Has encontrado el tono perfecto para un blog de viajes.Desde luego se nota que eres tú porque el resultado tiene un toque especial que lo hace diferente.EL tuyo,Isra.
Pronto me voy a aventurar a conocer algunos de estos pueblos.No tenemos la fecha establecida en plan fijo pero será muy pronto.
Agur y un abrazo a ti y a tus trece mil y pico seguidores

axarkyka dijo...

como buena moclinejense, además de componente del coro rociero, te doy las gracias por describir tan bién a mi pueblo.
y deciros a todos que estais invitados a venir cuando querais.
Uno de los mejores dias puede ser el 2ª domingo de septiembre, que es la fieta de los viñeros, donde se degusta los productos tipicos de aquí. Podreís oir verdiales durante todo el día y por la tarde el coro rocieo y, quien sabe, con suerte la salve rociera je je.
Gracias de nuevo
un abrazo