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38 SEDELLA: ESENCIA MUDÉJAR

martes, 29 de diciembre de 2009

1569, la familia de Andrés Xorairán decidió quedarse cuando los temibles ejércitos de aquellos reyes católicos conquistaron en 1491 las últimas tierras de Al-Ándalus mientras Boabdil derramaba lágrimas al ver perdida su Granada. Decidió quedarse porque tenían apego a la tierra, a sus huertos, a sus perfumes, a sus gentes. Confiaron, aquellos reyes católicos les habían prometido respetar sus costumbres siempre y cuando fueran bautizados (por fe o por fuerza), pero la realidad fue bien distinta. En 1567 se produce la publicación de la Real Pragmática de Felipe II, auspiciada por el inquisidor Pedro de Deza, en virtud de la cual se prohibía a los moriscos llevar armas, hablar y escribir en su lengua, usar sus propios vestidos y practicar sus costumbres, obligándoseles a entregar todos sus libros. Pronto se convirtieron en ciudadanos de segunda clase, reprimidos por unos altísimos impuestos, perseguidos por algunos de sus refinamientos, defenestrados en público por una ley que no veía más allá de la cruz. Sus antepasados habían traído la agricultura, el uso racional del agua, la ciudadanía abierta, ahora eran vasallos de sus señores nobiliarios, todos ellos católicos. Eran odiados por los cristianos viejos, rechazados por la corona, detestados por la iglesia. Andrés Xorairán veía como su familia rendía pleitesía a unos señores feroces que les castigaban con dureza y les trataban como a siervos. Se convirtió en un monfí, en un fuera de la ley, y el 24 de abril de 1569 atacó la venta de Pedro Mellado después de que éste, cristiano, secuestrara a la mujer de uno de sus amigos. La mecha prendió y con Sedella se vio arrastrada la vecina Salares y, con ella primero la Axarquía y después Sierra de las Nieves (recordamos la historia de María Sagredo en Alozaina) y después el Genal. La revuelta acabó con la sangre vertida en la batalla del Peñón de Frigiliana. La rebelión fue duramente reprimida, los moriscos expulsados y deportados, las poblaciones abandonadas... Terminaron así los últimos vestigios del poderoso Al-Ándalus que fue joya cristalina y terminó ensangrentada.

Los barrancos del silencio

El cielo azul de Málaga, intenso y límpido y rotundo de habitual, luce en esta mañana de primeros inviernos un tono gris que le configura un aspecto pétreo. Para llegar a Sedella existen dos caminos, el que se traza desde Algarrobo hasta Árchez pasando por Sayalonga, o el que parte desde Vélez-Málaga, hasta Canillas de Aceituno y de ahí hasta la localidad. Optamos por este último, dado nuestro deseo de observar, de nuevo, la Maroma (pico más alto de la provincia con 2.068 metros de altitud) y comprobar si su cima estará nevada. Cuando llegamos a la altura de Canillas comprobamos que el pico portentoso está cubierto por una espesa madeja de niebla que esconde totalmente la cima. Antes de llegar al centro de Canillas una indicación nos señala la dirección de Sedella hacia la derecha, se encuentra apenas a siete kilómetros de distancia. La carretera que une los dos municipios es abruptamente hermosa, cortes y barrancos se suceden, torrenteras cargadas de piedra, árboles broncos sobre las laderas cortadas... Resulta un paisaje impresionante por su rotundidad, más bello aún con esta pátina que lo confiere el invierno. Pese a que la carretera es una curva permanente, se transita con tranquilidad debido a la práctica total ausencia de circulación.

Sedella, "Sé de ella", dijo Isabel la Católica

Estacionamos en la entrada de la localidad. No conviene desplazarse con el coche en el interior del centro urbano, ya que las calles se estrechan enseguida y el tráfico rodado es casi impracticable. Lo primero que nos encontramos nada más llegar y situado a la izquierda es el antiguo lavadero público, que a diferencia de otros, no es una construcción techada situada en un aparte, sino que ocupa los bajos de una bella y antigua edificación. Al lavadero se accede por tres arcos de medio punto pintados sus ribetes en verde oscuro. Se oye el murmullo del agua, y el eco de algunas viejas conversaciones que las mujeres se traían entre ellas en los largos momentos que les ocupaba lavar las ropas. También a la entrada de Sedella, en esta ocasión a la derecha, se sitúa el futuro Centro de Visitantes del Parque Natural de las Sierras Tejeda-Almijara y Alhama, donde se expondrán un ejemplo de la flora y fauna más características del Parque Natural. Nos sumergimos en Sedella a través de la Avda. Villa del Castillo y pronto descubrimos dos de las características fundamentales del municipio: lo intrincado de sus calles y la amabilidad de sus gentes. Tiene Sedella un marcado aire rural, sus calles se estrechan y retuercen hasta lo indecible, dejando clara la impronta musulmana que configuró parte de su pasado histórico. Comienzan los recovecos, las empinadas cuestas, el embrujo andalusí de un legado innegable. Enseguida nos hallamos perdidos en este dédalo de callejas y rincones que parecen haberse desplomado unas sobre otras en una suerte de azar incomprensible. - Buenos días-, nos saludan los sedellanos. - Buenos días-, contestamos. -¿Sabe cómo puedo encontrar tal o tal sitio?-, preguntamos. - Sí, hombre, sí. Coja esta calle de la derecha, tuerza a la izquierda, suba por la segunda cuesta, vuelva a girar a la izquierda, siga recto y, cuando llegue allí, pregunte-, nos responden. La buena voluntad de los sedelleros es incontestable, pero trazar un itinerario sobre un mapa es algo más complicado. Así, Sedella es una tentación para los espíritus curiosos, cada esquina ofrece un nuevo rincón para descubrir, una sorpresa. Hoy, en estos días del primer invierno, imagino a los hombres y mujeres del lugar resguardados del frío al calor y temple de la lumbre. Lo confirman los perfumes dulces de las brasas con las que nos topamos. Llegamos a la plaza, donde el pueblo se abre un tanto, y recoge sus dos principales monumentos: la Casa del Torreón y la iglesia de San Andrés. La Casa del Torreón es el último vestigio de la antigua casa-fortaleza del señor de Sedella. Es una construcción sólida, recia, que perteneció al bastión murallístico de la localidad. Ahora tiene aparejada una casa, pero aún mantiene todo su espíritu. Levantada en el siglo XVI muestra en su parte superior una serie de arcos germinados sustentados en columnas renacentistas que, a su vez, sujetan un tejado a cuatro aguas. La Casa del Torreón es de origen mudéjar y muestra en uno de sus laterales las pinturas rematadas en arabescos características de este arte. Sedella, gracias a la presencia de este torreón, se incluye dentro de la Ruta Mudéjar de la Axarquía, junto con las poblaciones de Árchez, Arenas, Salares y Canillas de Aceituno. La iglesia se eleva en una docena de escaleras del resto de la plaza, donde se ubica la entrada al edificio. La torre campanario parte de un anexo al templo y se eleva con su base cuadrangular hacia el cielo plomizo. En el último tramo su diseño se transforma en octogonal. El campanario es el único de resto de la antigua construcción, del siglo XVI, sobre la que se construyó la más moderna parroquia. Desde este lugar, la presencia de las moles montañosas situadas tras del pueblo se hace más presente aunque hoy la niebla las envuelva en su manto algodonoso. Sedella es un pueblo tranquilo, apacible, reposado. El silencio de sus calles sólo se quiebra con la irrupción del claxon que anuncia la llegada del pescadero. Recorremos más calles del municipio. Sobre una de sus puertas encontramos un escudo de dadera perteneciente a Isabel La Católica. Nos extraña e indagamos. Parece que el nombre de Sedella es incierto, que puede provenir del término latino "sedilla", del acrónimo "S.D. Lía" o del vocablo musulmán "Xedelia" pero como se apunta en la página web municipal "según la tradición popular, la denominación data de la época de la Reconquista, cuando en el paraje denominado Arroyo de la Matanza hubo un combate entre cristianos y musulmanes y al referírsele a la reina Isabel cómo fue dicha batalla, respondió: “Sé de ella”. Cualquiera de los orígenes podría ser válido. Nos dirigimos a la parte este del pueblo con intención de visitar la ermita de la Virgen de la Esperanza. La mejor brújula resulta preguntar y aprovechar la pregunta para charlar un tanto. Interrogamos a la cartera del muncipio que nos pone sobre la buena pista, cartera que hoy, más tarde, encontraremos también en el vecino municipio de Salares. Algunos huertos se cuelan entre las casas, conviven con sus paredes y con sus puertas y ventanas. Surgen también fuentes de aguas inquietas. Nos encontramos con callejas que terminan de manera abrupta sin conducir a ningún sitio, con macetas y arriates presentes por doquier, con macetas vestidas de flores coloridas de grana y rojo.... Llegamos hasta la ermita y, al girarnos, contemplamos tras de nosotros el muy apretado caserío de Sedella, con su torre campanario presidiendo el paisaje, siempre con permiso de la Sierra Tejeda y Sierra Almijara. Aspiramos el aire frío de la mañana y tomamos rumbo al coche entre las tortuosas calles y casas que se muestran encaladas y vueltas a encalar con el paso de los años.

Despedida

Terminamos aquí la primera parte de nuestro viaje para poner rumbo hacia la vecina población de Salares. Continuaremos por la senda que nos marca la Ruta Mudéjar de la Axarquía y embebernos aún más de las particularidades que sus municipios poseen. El poso de historia traspasa las barreras del tiempo hasta el siglo XXI, empapándonos de sensaciones poderosas e intensas. Sedella, donde aún suenan los ecos de la voz poderosa de Andrés Xorairán exigiendo justicia.

Enlaces de interés y consejos útiles

Para comer: En Salares existen varios restaurantes, todos muy próximos entre sí y situados en la Avda. Villa del Castillo. Son el Mesón Casa Frasco, el Restaurante Lorena y el Rte. El Chiringuito, donde desayunamos dos cafés con leche y dos molletes de bacón queso por 4,80€. Además también están el Mesón Granada y la Casa Pintá.
Semana Santa: Sirva como anécdota dentro de la Semana Santa sedellana que, además de vivirse con gran hondura, el Jueves y el Viernes Santo, el sonido de las campanas que tocan en la iglesia se convierten en carracas para anunciar la hora de la misa. Los sonidos también cobran importancia en la Resurrección, ya que se prende una gran traca para celebrarla.
Senderismo: La presencia imponente de las Sierras Tejeda y Almijara hace que la práctica del trekking y el senderismo sea uno de los atractivos de la localidad. Son rutas en su mayoría complicadas si no se conocen o no se lleva el pertrecho necesario. El futuro centro de visitantes guiará en este sentido a muchos de los aficionados.
Enlaces útiles: Tomamos con referencia la página web del Patronato de Turismo de la Costa del Sol y la página web municipal de Sedella, a la que añadimos la web de Axarquía Costa del Sol.

Este blog queda abierto a los comentarios, anotaciones, opiniones que los navegantes deseen realizar. Nos vemos en El Color Azul del Cielo.

8 comentarios:

Nekane dijo...

Conocía por los tochos históricos parte de la historia del fin de Al-Andalus pero con tu narración me sumerjo en ensoñaciones de como pudieron ocurrir los hechos.
Precioso pueblo Sedella.De nuevo integración de culturas y arquitectura.
Para ti,Israel y para todos tus seguidores y seguidoras van mis mejores deseos para el AÑO 2010 que se nos viene ya.
FELIZ AÑO NUEVO.

antonia dijo...

Que interesante! Tengo una lista gigante de pueblos, dónde deseo pasar un fin de semana.

Gracias!!!

Jon Mikel dijo...

A uno de ciencias le viene bien que le informen sobre historia, arte y cultura de los pueblos.
Mucha belleza para añadir a nuestra ruta de Semana Santa.
URTE BERRI ON para ti,Israel, y para todos los bloggeros y bloggeras.

Anónimo dijo...

¡Feliz Año Nuevo a todos!

Ana dijo...

Buena entrada de año para todas las personas que viven en esos 101 maravillosos pueblos de Málaga y para todos los demás.
Feliz Año 2010,Israel.
Un abrazo

Juana dijo...

Comenzamos el 2010(que raro se hace escribirlo) pasando las 37000 visitas.
Buen comienzo.
Los mejores deseos de conseguir nuestros objetivos y SALUD para todos los viajeros y viajeras .
Un abrazo,Isra.

Elba dijo...

Isra,
Urte Berri On.
Un abrazo
Elba

Sciphone dijo...

Que lugar tan bonito e interesante, mucha sgracias por ponerlo