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59 MOLLINA: PATRIA DEL VINO DE MÁLAGA

martes, 25 de mayo de 2010

Meseta y campiña, olivo y cereal. Y vides, vides verdes de cepas recias y robustas que se enrocan en la tierra rojiza con la fortaleza de saberse centenarias. Cepas bajas, asidas al terruño con raíz profunda. No en vano son sus caldos de calidad reconocida y contrastada, obteniendo propia Denominación de Origen. Así aparece Mollina, pincelada blanca sobre el horizonte verde. Se asoma cuando la mirada se adentra en la campiña antequerana, dejando atrás los Montes de Málaga, a la derecha el Peñón de Los Enamorados, "El Indio", y se intuye entre la bruma su caserío blanco y alargado. Mollina.

La llegada

Seguimos la indicaciones de "Centro Ciudad" y "Ayuntamiento". Estacionamos en una calle próxima a la iglesia. El horizonte de Mollina se abre al cielo azul intenso. Sus calles, pese a la su solemne rectitud, seña de identidad de los municipios de esta comarca, se vencen unas sobre otras, formando un complejo dédalo, más aún cuando nos acercamos al centro histórico y dejamos atrás las urbanizaciones periurbanas. Tras el templo de Nuestra Señora de la Oliva hallamos el centro Guadalinfo de Mollina que hace las veces de Punto de Información Turística. Amablemente nos ofrecen un plano guía, un callejero, y algunas indicaciones básicas, por ejemplo cómo se va al Castellum de Santillán o dónde queda el Convento de la Ascensión. Nos posicionamos. Los elementos arquitectónicos de la localidad se encuentran muy próximos entre sí, casi frente por frente.

Nuestra Señora de la Oliva

La parroquia de Nuestra Señora de la Oliva, sita en la plaza de la Constitución, es una edificio ciertamente imponente. Sobre su portada se eleva una amplia espadaña coronada por tres campanas con hasta cuatro tejadillos superpuestos. Albero sobre blanco en sus dinteles. La sombra que proyecta la espadaña sobre la calle parece querer conquistar terreno y superficie para el edificio. Es una iglesia construida en el siglo XVII y reconstruida en el siglo XVIII. El interior es majestuoso y solemne, formado por tres naves y techo artesonado de madera. El altar mayor, de oscuro mármol grana, alberga en su camarín principal una delicada imagen de la Virgen de la Oliva. Y entra aquí una de las curiosidades de Mollina, ya que en principio la iglesia estaba dedicada al culto de San Cayetano. En el siglo XVII, Mollina tenía en su haber ser la zona con mayor producción de olivos de toda la comarca, llegándose a denominar Pago de los Olivos, y provocando que el hasta entonces venerada San Cayetano perdiera pujanza frente la actual Virgen de la Oliva. En la nave izquierda del templo, una gran cruz de madera preside la inmaculada pared blanca. Los arcos de medio punto que separan las tres naves están decorados en sus columnas centrales por otros tantos cuadros de los diferentes apóstoles. Tras prender las preceptivas velas, salimos.

La plaza y el convento

Aún estamos en primavera, pero ya aprieta el calor del primer verano. Los hombres mayores se refugian en las sombras de los árboles. Nos refrescamos en una fuente de la plaza. Se agradece. La arquitectura de las casas no traiciona a las que hemos visto en otros municipios próximos como Alameda, Campillos o Humilladero. Amplios zaguanes que permiten entrever umbríos patios interiores, ventanas con reja de forja negra, puertas de madera, algunas de ellas historiadas con profusión y detalle. Llevamos sentados un tanto en uno de los bancos de la plaza de la Constitución. Se escuchan charlas afables, comentarios futboleros más o menos apasionados, cotilleos de vecindario... Frente a nosotros se encuentra el Convento de la Ascensión, construido en el siglo XVIII y que aglutinó en torno a él el trazado urbano de Mollina. Queda del Convento un gran muro coronado por cuatro pivotes, y una gran puerta de madera, barroca, con una hermosa arcada de piedra realizando las labores de dintel. Y así se adaptan las calles a su suave entorno. Regresamos al coche. Visitamos el Castellum de Santillán.

El Castellum de Santillán

Para visitar este monumento romano hemos de caminar 4 kilómetros o hacerlos a pie. Es recomendable esta segunda opción, ya que el camino, por carretera es muy transitado por diferentes vehículos. Para llegar hay que tomar dirección Alameda, internándose en un mar de olivos por una senda sinuosa, de suaves curvas que nos descubre a derecha e izquierda las plantaciones de vides, el cereal, cebada, recogido, las amapolas salpicando de rojos los campos... Tras una curva algo más pronunciada se encuentra el área recreativa de Santillán, tomamos el primer desvío a la derecha, donde se halla el bar, y lo circundamos por una pista de tierra hasta que una valla nos impide avanzar más. A diez metros, se encuentran las ruinas del Castellum de Santillán. La página web del Patronato de Turismo apunta lo siguiente: "Ocupa una extensión de 1.400 metros cuadrados donde se pueden distinguir construcciones correspondientes a dos fases. La primera, de los siglos I y II d.C, corresponde a un grupo de estancias articuladas en torno a dos grandes habitaciones rectangulares. La villa –porque se trata de una villa romana- era la vivienda de una familia que sin duda pertenecía a la clase dominante. La segunda fase o segundo nivel, del siglo III d.C., se construyó sobre la arquitectura anterior y con la idea de defenderse de posibles ataques, por lo que el recinto, de 24,5 metros de lado, quedó amurallado y se construyeron torres en cada una de las esquinas". Regresamos a la zona de esparcimiento que hoy visita una excursión de escolares provenientes de Málaga. Además de las usuales bancadas de madera, mesas y modernas parrillas, en torno a este núcleo lúdico se encuentra la ermita de la Virgen de la Oliva, de reciente construcción (2008).

Despedida

Realizamos un leve paseo y descubrimos que al otro lado de la carretera, un bosquete compuesto por hileras de sauces ofrece una grata y formidable sombra que juega al despiste con los guiños del sol que se asoma y se esconde de manera permanente. Nos dejamos arrullar por el rumor de las hojas y nos tumbamos, muellemente, sobre la fresca hierba.

Enlaces de interés y otros datos turísticos

El vino: Mollina ofrece cerca del 80% de la producción del vino con Denominación de Origen Málaga, y como tal productor, celebra una fiesta en torno a sus caldos denominada Feria de la Vendimia la segunda semana de septiembre. La Feria de la Vendimia tiene un especial significado en este pueblo, que produce unos excelentes caldos. Se celebra el segundo fin de semana de septiembre en la plaza de Atenas, donde se degustan en una macrocata las distintas clases de vino de la tierra con Denominación de Origen Málaga y Sierras de Málaga donde se incluyen los vinos de Tierras de Mollina. El origen de la Feria de la Vendimia se remonta a los años 60 e inicialmente se denominaba Feria del Barrio Alto, por celebrarse en la zona de Mollina del mismo nombre. Con el auge de los productos de la vid las celebraciones se extendieron a todo el municipio, pasándose la fiesta a denominarse Feria de la Vendimia en el año 1987. El programa festivo se complementa con el certamen poético “Mollina, color de vino”, que celebró en 2008 su décima edición.
Chacina: El clima seco y frío del invierno propicia que las tierras de Mollina sean propicias para la curación de excelentes embutidos artesanales. No perder ojo a alguna de las tiendas del centro donde se nos ofrecen, a buenos precios, embutidos y chacinas artesanos.
CEULAJ: No olvidar que Mollina se transforma varias veces al año en centro neurálgico de la actividad juvenil de la provincia de Málaga y de Andalucía, ya que en su término Municipal acoge el CEULAJ, el Centro Eurolatinoamericano de Juventud, que realiza a lo largo de los doce meses distintos encuentros culturales, sociales, asociativos, etc... En la página web de Instituto Andaluz de la Juventud se encuentra toda la información referente al CEUAJ.
Enlaces de interés: Tomamos como referencia la página web del Patronato de Turismo de la Costa del Sol y la página web municipal de Mollina.

Este blog queda abierto a los comentarios, anotaciones, opiniones que los navegantes deseen realizar. Nos vemos en El Color Azul del Cielo.

4 comentarios:

Nekane dijo...

Cada pueblo de Málaga que nos descubres esconde una sorpresita:Mollina,Vino De Málaga con Denominación de Origen,una Villa Romana,un bosquete de sauces en contraste con el tono rojizo de las tierras de las vides...
Un abrazo,Israel.
Es un placer despertarse los martes.

Anónimo dijo...

Con tu magnifica descripción de la villa de Mollina haces que los mollinatos nos sintamos más orgullosos aún de nuestros orígenes.

Enhorabuena y saludos.

Antonio.

Anónimo dijo...

59 pueblos
como pasa el tiempo
rober

Begoña dijo...

¡ Buenisimo, el vino de Malaga !