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64 MANILVA: DEL MAR Y SUS VIDES

martes, 29 de junio de 2010

Manilva mira al mar, de tú a tú, desde sus campos verdes de vides y viñas. Mira de tú a tú a su pasado antiguo como antiguo es el Mediterráneo. Manilva que bebe de sus caldos desde antaño, que disfruta de su moscatel, de sus frutas coloridas. Manilva que vigila el Mare Nostrum desde su atalaya y deja lamerse los pies en Sabinillas. Manilva de banderas azules picadas en sus playas, de arenales extensos y blancos, de aguas límpidas y cristalinas. Manilva se bebe el mar desde su cerro otero y lo contempla y lo vigila y lo mima como si fuera suyo.

Desde la Costa, por abajo, o desde la autopista, por arriba

A Manilva se puede acceder desde la N-340, la carretera junto al mar, más concurrida, y también desde la AP-7, la autopista de peaje. Si optamos por la primera, habremos de dejar a la izquierda San Luis de Sabinillas y ascender hasta el núcleo urbano de Manilva. Si decidimos escoger la segunda de las posibilidades habremos de pagar 4,10 euros en un peaje y 1, 40 euros en otro, pero accederemos, directamente al pueblo. Hemos optado por esta última para visitar el centro y descender luego hasta Sabinillas, Puerto de la Duquesa, el Castillo y la torre de Churerra hacia oriente.

En Manilva

Optamos por tomar "Dirección Iglesia de Sta. Ana" hacia la derecha. Conducimos entre las calles manilveñas hasta visualizar el templo. Estacionamos en la calle Pozo del Rey. Nos pertrechamos con la cámara de fotos, la gorra y el bloc de notas. Nos dirigimos por la calle Nobel hasta llegar al templo. Pero antes debe contarse que la localidad de Manilva se sitúa en un altozano natural conocido desde tiempos inmemoriales como Loma de los Mártires, apenas a tres kilómetros del mar Mediterráneo. Un privilegiado otero que permite vislumbrar un horizonte de verdes intensos y azules brumosos, conformados por el reclamo visual de las vides y el imán cristalino del mar. Cuando las calles huyen hacia el horizonte quedan enmarcadas por los viñedos, por las montañas de la casareña Sierra de Crestellina, por el mar, por los cultivos de cereales y hortalizas... Caminamos hasta la portada del templo y nos sorprende el color oscuro de la edificación, de ladrillo visto. Es una parroquia de considerables dimensiones, con una portada colosal coronada por una torre campanario cuadrada. Los dinteles y marcos están pintados en grana. La puerta se haya configurada por tres arcos bajos de medio punto. A la izquierda de la iglesia de Santa Ana, el cementerio municipal, a la derecha una plaza con nombre lorquiano, la plaza Romance de la Luna. Tomamos la calle Iglesia hacia arriba. Se nos abren algunas puertas que dejan entrever su interior fresco y umbrío. Las macetas penden de los balcones y sus colores pintas los muros de las calles. Llegamos así hasta la calle principal, Doctor Álvarez Leiva, una pequeña avenida arbolada en la que encontramos hacia la derecha el ayuntamiento manilveño y hacia la izquierda la salida hasta el inicio de la circunvalación de Pedreta. Llegamos hasta ella y paseamos con tranquilidad asomados al balcón natural que la circunvalación forma sobre la vega y la sierra. Regresamos al coche.

Las viñas y "Frutas Pascual e Hijos"

Descendiendo desde Manilva hacia San Luis de Sabinillas paramos en "Frutas Pascual e Hijos", un clásico manilveño, parada obligada si se quieren adquirir pasas, mosto, vino dulce, moscatel, etc... Ojo, porque se sitúa en una curva cerrada y hay que tener precaución a la hora de estacionar. Es un sitio de esos con solera en la cual se aprietan turistas y manilveños por igual. Frutas deliciosas, quesos artesanos, frutos secos y, al fondo, las tinajas y botellas de vino de Manilva, dulce y evocador, perfecto para tomar frío como postre o para cocinar carnes... También hay botes y tarros de cristal con pasas y uvas en aguardiente. No podemos resistir la tentación y compramos 1/4 de queso curado, una bolsa de pasas, una bolsa de almendras y una botella pequeña de vino. Total: 16 euros. Las cepas y las viñas se encuentran al borde mismo de la carretera entre Manilva y San Luis de Sabinillas. Se adentran en las calles primeras, en las pedanías haciendo honor a su historia pasada y presenta, más aún al eslogan que luce el ayuntamiento "Manilva: un racimo de sensaciones". Así la página web del ayuntamiento señala que: "Entre 1515 y 1520 el duque de Arcos, señor del Condado de Casares, concedió las primeras tierras para viñas en lo que en aquellos tiempos eran los antiguos pagos de Manilva. A mediados de dicho siglo el viñedo se había extendido por muchas de sus lomas ocupando la mayor parte de las tierras aptas para este cultivo. Desde esos años la viña tuvo una gran expansión, llegando a los momentos de más esplendor durante el siglo XVII y una gran parte del siglo XVIII, debido sobre todo al comercio de vinos y aguardientes con comerciantes catalanes". No hemos catado el vino del siglo XVIII pero sí el del XXI y podemos dar cuenta fehaciente de que es de primera calidad. Las viñas han estado presentes en la vida de Manilva hasta el punto de celebrar en el mes de septiembre la Feria de la Vendimia que tiene como seña de identidad más característica la pisa de la uva, que sirve para extraer el primer vino mosto del año, que seguidamente es ofrecido a visitantes y amigos para su degustación.

San Luis de Sabinillas y las playas de Manilva

Descendemos hasta la orilla del mar. San Luis de Sabinillas era el antiguo barrio de pescadores, esencia que no ha perdido aún ya que se pueden contemplar las barcas sobre la arena, esperando que llegue el momento de salir a faenar. Estacionamos en la calle Marqués de Larios, una paralela al paseo marítimo. Se encuentra tan próxima al mar que el aire se ha llenado de perfumes de salitre y arena de manera instantánea. Llegan también los aromas a brasa y a espeto, tan particulares de la costa malagueña. Comenzamos nuestro recorrido desde la Parroquia de San Luis de Sabinillas, un modesto edificio de ladrillo visto, de rojos oscuros, y de moderna construcción. Accedemos al paseo marítimo y nos preparamos para caminar. Ya nos hemos puesto la crema protectora, las gafas de sol, una gorra con visera... y en la mochila llevamos dos trajes de baño y una toalla para cuando lleguen las tentaciones de sumergirse en el agua, poder caer en ellas con comodidad. Manilva posee ocho kilómetros de playas. Nosotros caminaremos, como mínimo, desde la de Sabinillas hasta la de la Duquesa, unos treinta minutos a paso ligero, donde se encuentra ubicado el fortín, pasando por el Puerto Deportivo. Las aguas de sus playas son cristalinas y dotadas de todos los equipamientos que les han llevado a obtener en repetidas ocasiones el prestigioso galardón de la Bandera Azul europea. Son arenales extensos con su particular y única personalidad. Desde las calas de la playa de la Cullera conformadas por rocas y acantilados bajos. La playa de la Duquesa es el espejo contrario, es un arenal alegre y bullicioso, donde se concentra la mayor actividad manilveña. La playa de Sabinillas se sitúa frente al casco urbano de Manilva y es la más concurrida de todas ellas. Cuenta con todos los servicios de ocio, seguridad, higiene y limpieza y también ha sido distinguida en reiteradas ocasiones con la Bandera Azul de la Unión Europea. En la propia playa no es raro encontrar coquinas, conchas finas o navajas. Suspiran los arenales al contacto con el mar, reverbera el sol sobre el agua, espejea en límpidos azules que refulgen sobre el cuerpo de los bañistas. Una decena de barcas reposan sobre la arena mientras otras, varadas, cumplen con el ritual malagueño de convertirse en cuna de brasas para los espetos de sardinas. Perfumes malagueños de cenizas y mar y sal y arena y sol y...


El Puerto de la Duquesa

Caminando llegamos hasta el Puerto de la Duquesa, un Puerto Deportivo cerrado con las casas a pie de pantalán y que en su extensión recoge todos los sabores del mundo, tal es la cantidad de restaurantes internacionales que se encuentran junto a los barcos atracados. El Puerto de la Duquesa es un complejo náutico y deportivo que alberga en sus instalaciones amarres y atraques y toda una amplia oferta de ocio que combina las expediciones marinas para observar la avifauna acuática, los servicios hosteleros de más alto nivel o la posibilidad de practicar deportes náuticos de todos tipo, desde los más arriesgados a los más templados y tranquilos. Puerto de la Duquesa es uno de los centros de ocio más destacados dentro de la Costa del Sol y ofrece al visitante la posibilidad de disfrutar de todos los servicios junto al mar.

El Fortín de Sabinillas o Castillo de la Duquesa

Continuamos camino hacia oriente. Manilva es el último pueblo de Málaga y linda con la provincia de Cádiz. Hemos rodeado el Puerto de la Duquesa para dirigirnos hasta el Fortín de Sabinillas, una construcción que, en la actualidad, sirve como tenencia de alcaldía y como Museo Arqueológico del Municipio. "Los objetos expuestos provienen en su totalidad del yacimiento arqueológico romano del “Entorno del Castillo de la Duquesa” que presenta una cronología que abarca desde finales del siglo I d.C. hasta inicios del V d.C. Se exhibe una colección de Cerámica común romana, ajuar funerario, adornos personales. Se exhiben también anzuelos, utensilios de la vida cotidiana, monedas etc, según subraya la página web del ayuntamiento. El edificio se levantó sobre unas antiguas ruinas romanas en el año 1767 con la intención de convertirse en una atalaya defensiva contra los ataques de los piratas berberiscos. Es una construcción imponente, sólida, sin concesiones a la belleza delicada, de sólidos muros y rugientes cañones en su entrada. Imaginamos a aquellas huestes de soldados escrutando el horizonte entre los cañaverales, entre el agua de las marismas próximas al fuerte. Miran como una vela se hincha y deshincha en el horizonte, pergeñando si aquel esquife será enemigo o aliado. Miran, observan los soldados el horizonte.

La comida

El paseo, largo, el aroma a espetos y a brasas, la luz del sol y el perfume del mar nos han abierto el apetito. Frente al fortín de Sabinillas hay un chiringuito que responde al nombre de "Andrés y maría", así que decidimos disfrutar de buen "pescaíto" al borde del mar. Es un chiringuito concurrido, con parroquianos "de siempre" y turistas nacionales y extranjeros. Siempre bullicio, platos que van y que vienen, cartas completas con pescados plancha, "pescaíto" frito, mariscos... Hoy nos vamos a dar un pequeño homenaje, ahí va: Navajas, 8 euros; boquerones, 9 euros; tomate picado, 3 euros; 2 cervezas, dos botellines de agua pequeñas, 1 refresco de cola; y los reyes de la casa, gambones plancha, 14 euros. Total: 40, 20 euros. Hemos sorbido, bebido y requetechupado los gambones que saben a mar fresco y a sal gorda, están deliciosos, los boquerones están fritos de muy delicada manera, las navajas deliciosas... Aromas que no se olvidan...

Despedida




Hace calor, los manilveños y visitantes se recuestan sobre la arena, buscando el calor intenso del sol. Los niños juegan y construyen castillos que destruyen que vuelven a construir y que vuelven a destruir. Los adolescentes charlan y escuchan música en sus ipods. Las madres y padres pasean por la orilla, mojándose los pies sedientos. Las abuelas y los abuelos reposan sobre las sillas, al abrigo íntimo de las sombrillas. No podemos resistir la tentación del mar que nos llama con su poderoso influjo... Toalla naranja al suelo, bañador granate para uno, bañador fucsia para otro... Dejamos que el mar caliente la piel y con determinación nos dirigimos al agua, un paso y otro y otro y otro y otro...

Enlaces de interés y consejos útiles

Senderismo: al estar Manilva situado entre el mar y la montaña son muchas las rutas que parten desde distintos puntos del municipio y que llevan al visitante no sólo a disfrutar del ya de por sí rico paisaje, sino también a descubrir parte de la historia del municipio. En el siguiente enlace se pueden encontrar al menos cuatro recorridos muy distintos entre sí: las Rutas deMiraflores, las Cuestas del Molino, el Canuto y el Paseo Paralelo al litoral.
Enlaces de interés: Tomamos como referencia la página web del Patronato de Turismo de la Costa del Sol y la página web, permanentemente actualizada, del ayuntamiento de Manilva.

Este blog queda abierto a los comentarios, anotaciones, opiniones que los navegantes deseen realizar. Nos vemos en El Color Azul del Cielo.

6 comentarios:

Nekane dijo...

Acabo de llegar de Dax y me encuentro con Manilva.Precioso lugar para perderse por esas playas y sobre todo en esa calita oliendo al espeto.
Otro día más ilusionándonos y viajando tan ricamente en tu compañía.
Un abrazo grandísimo,Isra.

Pantxike dijo...

Arte,cultura,gastronomia,playita.
Dan ganas de ir yaaaaa!!!.Oye y los Manilveños tienen que estar encantados con Israel Olivera,que bien transmite en sus escritos la magia de ese paraiso.
A Manilva no le falta de nada.
Me ha sorprendido el Puerto de la Duquesa.Habrá que ir pensando en buscar un apartamentito por allí...ja,ja,ja!!!
Besos.
Pantxi.

DE BARAKALDO,JOLÍN dijo...

ISRAAAA...sobrepasar las 60000 visitas es toda una hazaña tuya y de tus incondicionales viajeros que seguimos tus pasos tan felices allá donde nos lleves
Aupa los pueblos de Málaga.
AUPA ISRAEL.
Aupa tus viajeros.
ZORIONAK

Anónimo dijo...

Pregunta:¿Qué pasaría si deguatas media docenita de uvas en aguardiente? Es que recuerdo lo que me ocurrión un día con las endrinas del patxaran...

Begoña dijo...

¡Que rico el vino de moscatel! y que envidia de la playita, la hilera de sombrillas y personas junto al mar y ya no digamos la comida.

Jon dijo...

Al ver esa iglesia roja en San Luis de Sabinillas parece que estoy en Méjico