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EN / 05 LAGUNAS DE CAMPILLOS: El color

martes, 14 de junio de 2011

Es delicado y sutil , frágil. Un conjunto de lagunas que todos los años desaparecen en verano y renacen como un ave fénix en las estribaciones del invierno, en la primavera, para desaparecer de nuevo en la llegada del periodo estival. Frágil. Sutil. Delicado. Un ecosistema cíclico que cada año pugna por regresar, que con cada nueva estación muere y germina, desaparece y se reactiva. A cambio, ofrece al observador sentimental un paisaje de contrastes inverosímiles, de juegos de espejismos, de apariciones insólitas, de colores caleidoscópicos. Ahí está el verde y el azul y el blanco y el amarillo y el ocre y el caldera y el gris y el rosa y el negro. Todos presentes en este horizonte que palpita entre campos de cereal empacado, entre olivos grises, entre tractores solitarios, entre el silbido del tren. Las Lagunas de Campillos, un ecosistema único, sutil, frágil, delicado.



Reserva Natural de las Lagunas de Campillos

Fueron siete , pero la fragilidad a la que ya nos hemos referido hicieron que dos de ellas, la Redonda y la de Toro, desaparecieran hace años. Permanecen cinco en el término municipal de Campillos, son la laguna Dulce, la Salada, la de Camuñas, la de Capacete y la del Cerezo. Entre ellas se teje un hilo de caminos rurales, de paseos y trochas de campo, de carreteras secundarias y principales, de vías férreas, incluso por sus lares pasa una cañada real, la que comunica Ronda con Algeciras. De ahí que el viajero pueda recorrer las 1.126 hectáreas de Reserva Natural a pie, en bicicleta de montaña, a caballo o en coche (aunque el automóvil no permite llegar a todas ellas), disfrutando de la llanura del entorno y de su paisaje de olivos y acebuches, de cereal y de girasoles. Las Lagunas de Campillos tiene el tratamiento de Reserva Natural desde 1989 y su carácter fuertemente estacional hace que su visita y disfrute se limite entre el otoño entrado y la primavera larga. En épocas de sequía las lagunas pueden llegar a desaparecer por completo, dejando un espejismo blanco de salinidad consumida, un velo blanco reducido.

Las cinco lagunas y los campos

Dada la fragilidad estacional de las lagunas nos sorprende leer una noticia relativa al siglo XIX en la que se indicaba que los habitantes de Campillos utilizaban la laguna Dulce para realizar pesca deportiva. Se deriva de ahí que hace 150 años ésta podría no desecarse en verano y que la población de peces se mantuvo más o menos estable durante muchos años. Concretamente se hace referencia a un manuscrito datado en el año 1833 que confirma el hecho. Con esta idea rondando en nuestra cabeza estacionamos el coche. Nos pertrechamos. La laguna Dulce es grande, nada más descender del automóvil escuchamos los primeros sonidos que nos traslada, es un lenguaje único y universal a un tiempo. La red de humedales de Málaga está bien preparada, bien cuidada, en casi todos ellos nos encontramos una zona de avistamiento habilitada para poder contemplar la avifauna sin que sea molestada. De ahí que entre los pertrechos llevemos, además de la cámara y del bloc de notas, los prismáticos.
La observación requiere paciencia, tiempo. Primero se les escucha entre los carrizos y los juncos, movimientos, aleteos, graznidos, cloqueos, zambullidas. El primer y superficial vistazo muestra el que parece un paisaje estático, quieto. Con la segunda mirada, más profunda e intensa, todo comienza a moverse. Se observan los aleteos, las estelas volátiles de las orillas, los planeos sobre el aire caliente. Las piezas encajan como en un puzle. Se asocian los cloqueos a las estelas, los graznidos a los planeos, los aleteos a las zambullidas y comenzamos a poner nombres. Las aves acuáticas como los tarros, las garcetas, ánades, chorlitejos patinegros, correlimos, flamencos, cigüeñuelas, fochas y avocetas son los más abundantes y casi todos ellos visibles con cierta perseverancia. Acompañarse de un manual de la avifauna malagueña puede ser un buen complemento para disfrutar la visita al cien por cien. Parapetados en el puesto de observación y acodados sobre las repisas de madera vemos como las aves despliegan sus distintos compases de baile, con gracilidad, con agresividad, con suavidad, con maternal ternura. La población de aves de las lagunas de Campillos se comparte con la laguna de Fuente de Piedra, las de Archidona y la de la Ratosa en Alameda. Zona de paso y migración de las aves que circular de sur a norte y de norte a sur, este es territorio de alimentación y nidificación para algunas especies. Es más, un panel informativo nos propone una ruta que, en primavera, debe ser más que interesante. Son 22 kilómetros que se pueden realizar en unas 7 horas aproximadamente y nos llevaría desde esta laguna Dulce de Campillos hasta el Desfiladero de los Gaitanes en Ardales. Se puede realizar andando, en bicicleta de montaña o incluso a caballo. Recorre gran parte de la comarca del Guadalteba, visitando lugares destacados para contemplar la avifauna y se asegura que es un itinerario perfecto para los amantes de la ornitología. Tomamos nota.
Compartiendo las cinco lagunas de Campillos un pálpito común, cada una de ellas tiene su propia personalidad, ya sea por la proximidad de las tierras de cultivo, por el sobresalto casi telúrico al paso del tren, por su pasado con uso comercial, por su reducidísima estacionalidad… Así otra de las lagunas con historia en Campillos es la laguna Salada. Todo el complejo lagunar es de baja salinidad, pero hasta hace aproximadamente 50 años, los habitantes de la localidad extraían cloruro sódico de manera artesanal de esta laguna Salada. Se sitúa en el centro mismo del complejo, semiescondida tras una loma y junto con la de Capacete es la segunda en tamaño. En la laguna salada destaca su flora acuática, entre ella la Althenia orientales, la Chara áspera, la Chara galioides y la ruppia.
Nuestros paseos entre un humedal y otro nos permiten contemplar además otras especies animales. Las trochas que marcan los campos como una red de caminos imposibles nos permiten, con suerte, y casi por descuido y sorpresa otras especies como el lagarto ocelado, las culebras bastarda y viperina, la culebra de agua, la rana verde, los sapillos moteado y común, liebre y conejos, comadrejas, zorros… Todo el ecosistema se retroalimenta y nosotros solo somos viajeros de paso, así que importa más el capricho o descuido de algunos animales y reptiles de asomarse que nuestro empeño de verlos. Es un instante, una mota anaranjada que desaparece tras una aulaga, la estupefacción marrón y gris de un conejo en mitad de una trocha, el bisbiseo de una serpiente.
El camino entre la laguna Dulce y la de Capacete, pasando por el Cerezo y por Camuñas discurre entre campos. Imaginamos aquí al campesino de antaño, con sus acémilas cargadas de aceituna, con una ramita de romero en la boca, con su gorra para combatir el sol y la piel cobriza y tersa producto de la intemperie. Poco queda de todo aquello y los burros se sustituyen por tractores y empacadoras que saludan al mundo elevando al aire sus columnas de tierra ocre. Caminamos despacio, bajo el sol de la mañana. Permitimos paso libre a la brisa que de tanto en tanto nos refresca. Es imprescindible si se quiere hacer un recorrido circular entre las lagunas de Campillos llevar agua. El paseo no es muy largo y discurre de forma prácticamente llana, ideal para un recorrido suave en mountain bike, sin embargo no se aprecian fuentes en el camino, así que el agua, además de la de las lagunas, hay que llevarla en el equipo. En algunas de estas trochas cercanas a las lagunas contemplamos hilos de plata que cruzan de un lado a otro. Forman redes en el suelo y sólo pueden verse bajo el reflejo del sol. Algunas de las aves que se alimentan en las lagunas, nidifican entre los juncos y los carrizos que las rodean, así, sus patas mojadas dejan rastro en los caminos cuando pasan de una zona a otra. Son recientes.
Los aromas de estos complejos lagunares son únicos. Se conjuntan de una manera especial el salinoso de las láminas de agua y el serrano del tomillo y del romero. Estas últimas son especies abundantes en los campos y embridan al aire con su perfume dulce e inconfundible. Del mismo modo que se encuentran tomillo y romero, también pueden verse jaras, matagallos, aulagas y en las proximidades de la laguna de Camuñas, lentiscos.
Las nubes se reflejan sobre la superficie mansa de la laguna, como un espejismo que fluye sobre el aire. Los colores ocre, verde, azul, amarillo se mezclan, formando un paisaje único y especial. En otras épocas del año, más próximas al invierno, prima el verde por encima de otros, en este final de primavera es el ocre y el amarillo los que señorean. Un mismo paisaje teñido de diversidad cromática también estacional.
Caminamos a campo abierto, entre árboles, al borde de un campo de girasoles, vemos las pacas de cereales reposando sobre una ladera, pisamos tierra y pisamos asfalto, observamos y escuchamos a lo lejos cómo pasa el tren que une Ronda con Algeciras. Anotamos, ese puede ser un buen recorrido motorizado.

Despedida

Sentados sobre un banco de madera. Escuchamos un aleteo, un flamear rosa y blanco se abre ante nuestros ojos, una sacudida, dos, nada más. El flamenco se estira, sumerge el pico en el agua una vez más. Bate las alas de nuevo. Levanta el vuelo. Comienza a planear. Realiza un círculo sobre la laguna y se aleja dirección nornoroeste, dirección Fuente de Piedra. Observamos como el flameo rosa y blanco rompe el aire. Los cloqueos, zumbidos, trinos, chapaleos parecen apagarse un instante. Todo es calma.


Enlaces de interés y consejos útiles

Enlaces de Interés: Tomamos como referencia la página web del Patronato de Turismo de la Costa del Sol y la página web de la Junta de Andalucía, Ventana del Visitante. La Reserva Natural de las Lagunas de Campillos se encuentra en el término municipal de Campillos, perteneciente a la comarca del Guadalteba.

Fotografías: Se muestran en este apartado la colección completa de fotografías correspondientes al post.




Ubicación: En este mapa de Google se puede referenciar el lugar de esta Reserva Natural, situada en Campillos


Ver El Color Azul del Cielo "Espacios Naturales de Málaga" en un mapa más grande

4 comentarios:

Nekane dijo...

Israel:cada martes me pones "los dientes más largos"con las preciosas rutas que nos ofreces.
Hoy he elegido recorrer la Cañada Real e ir desde la Laguna Dulce hasta el Desfiladero de los Gaitanes.No sé cuanto tiempo me llevará...repito que sigo aprendiendo nombres que desconocía y me seduce investigar más sobre ellos.Por ej,ya sé exactamente para qué sirve y que es un acebuche cuyo nombre4 siempre me ha seducido...
me has puesto un caramelito en la boca con esto de los espacios naturales y me encanta cómo lo cuentas.
Un abrazo.

juana dijo...

Telepatía a mil kilómetros.Tú sacas un girasol en tu crónica de hoy y yo saco un girasol en mi parque Botánico ayer.
Esperemos que den suerte.
Me encantan las fotos y cómo nos lo has contado.

Pantxike dijo...

Reserva natural Lagunas de Campillos, que suerte poder visitar estos paraisos que nos describes. Siento que en la provincia de Málaga teneis todo:cultura,naturaleza,gastronomia,buen clima....Sois unos afortunados disfrutarlo.
Besitos para Anto,Daniel-la y un fuerte abrazo para Isra de mi alma.
Pantxi.

Anónimo dijo...

Fíjate tú que yo creía que Campillos era un pueblo feo. Pues parece que tiene sus virtudes. Un abrazo

Franf13