Vive Marbella dos vidas que palpitan al unísono, que se complementan, que se sobreviven y se superponen. Dos vidas que coexisten, que se retroalimentan, que necesitan la una de la otra para la subsistencia. Vive Marbella dos vidas que son una sola. La Marbella tradicional e histórica, la de los hombres y mujeres del campo y de la mar, la del trabajo duro, del esfuerzo, del sudor y de la tradición, del silencio calmo en invierno y del jolgorio bullanguero en verano, la que ha visto crecer una ciudad que se superponía sobre la suya propia, y en esa superposición aparecía la otra Marbella, la del oropel, el lujo y los excesos, el glamour y la fama, la jet set y el mal juego político. Vive Marbella dos vidas, quizá incluso desde su génesis impreso en su adn urbano, que los íberos llamaron Salduba y los romanos Cilniana. Vive Marbella dos vidas, dos vidas que son una sola ciudad.
El Casco AntiguoY el corazón que las mueve que las alimenta que las hace respirar es el Casco Antiguo. Blanco e inmaculado, colorido en sus macetas y gentes, impoluto en sus empedrados, vivo en su permanente bullicio. Y hoy nuestro viaje lo iniciamos aquí. En el Casco Antiguo de Marbella que huele dulce en la primavera, que se colma de aromas a jazmín, a dama de noche, a azahar. Casco Antiguo que late y que palpita, formando una onda que se extiende desde la Plaza de Los Naranjos hasta Las Chapas, Nueva Andalucía, San Pedro, Puerto Banús, la Concha y Sierra Blanca, y el mar, Mediterráneo que es espejo y reflejo de una ciudad que forma un caleidoscopio de distinto colores, formando tantas realidades como prismas. Hoy nos reservamos una mirada cómplice para una ciudad que guarda secretos para descubrir. Uno de esos primeros secretos es su ingente patrimonio histórico y cultural, u
na ciudad que alberga al menos tres museos, una iglesia, varias ermitas y capillas, una fortaleza de origen árabe, antiguas casas señoriales del siglo XVI y XVII y uno de los entramados urbanos en su Casco Antiguo mejor conservados de la Costa del Sol. La recomendación primera es acudir a una de las diferentes oficinas de turismo, donde personal especializado nos orientará acerca de las posibilidades de nuestra visita. Marbella posee en su totalidad cuatro oficinas de turismo, la Oficina Municipal de Turismo de Marbella, Glorieta de la Fontanilla, s/n Telf.: (+34) 952 77 14 42 / 952 77 46 93 Fax: 952779457 E-mail: turismo@marbella.es; Oficina Municipal de Turismo de San Pedro Alcántara (Marbella), Avda. Marqués del Duero, 69 (San Pedro Alcántara) Tlf: 952 78 52 52 Fax: 952 78 90 90 E-mail: otsanpedro@marbella.es; Oficina Municipal de Turismo de Puerto
Banús (Marbella), Acceso Principal a Poniente Puerto Banús Tlf: 952 81 85 70 Fax: 952 81 85 70 E-mail: otbanus@marbella.es, además de la Oficina de Turismo de la Plaza de Los Naranjos, sita junto al ayuntamiento, y que es la que nosotros vamos a visitar. Marbella posee diferentes aparcamientos públicos con diferentes tarifas. Lo más aconsejable, si no se conoce la ciudad es estacionar en uno de ellos y caminar hasta la Plaza de los Naranjos. Las distancias no son muy largas y un paseo en el centro siempre es un enriquecimiento. Comenzamos la visita en el corazón mismo de Marbella, en la plaza de Los Naranjos. Una plaza rectangular y espaciosa, con un amplísimo surtido de hostelería y que siempre despierta una fragancia delicada y dulzona, particular, que hacen de este lugar punto obligado para la visita turística. Tras armarnos con un callejero y algunos prospectos comenzamos nuestra visita.
La plaza de Los NaranjosEpicentro de la vida marbellera y marbellí, del trasiego imparable de turistas y comerciantes, de la vida política local. La plaza de Los Naranjos concentra dentro de sus cuatro lados tres edificios destacados de la localidad. El primero de ellos, la Casa Consistorial, un edificio datado en el siglo XVI al que con el paso del tiempo se han realizado diversas reformas en aras de su funcionalidad, pero que aún trasluce el señorío e importancia de su génesis nobiliaria. En su interior (que se puede visitar)
destaca el Salón de Comisiones, que era la antigua Sala Capitular.
Dos hileras de balcones con forja negra de hierro saludan a la plaza. El edificio cumple las premisas de los circundantes y así aparece pintado de un blanco inmaculado. A la izquierda del ayuntamiento, se sitúa una hermosa construcción, la Casa del Corregidor, que para muchos turistas pasa desapercibida por encontrarse situado en sus bajos un local de hostelería. Es un edificio del año 1552 en cuya fachada destaca un mirador con cuatro arcos en el que confluyen los estilos gótico, renacentista y mudéjar. Bajos los arcos, una balconada de fábrica de ladrillo con un portalón central y dos blasones labrados en piedra a su izquierda y derecha. En la plaza de Los Naranjos también se encuentra el que está considerado como más antiguo edificio religioso de la localidad. Es la ermita de Santiago. Su fecha de construcción se remonta al siglo XV y coincide en fecha con la conquista de Marbella por parte de las tropas cristianas de los Reyes Católicos.
La Virgen de los Dolores y la calle AnchaLas calles del Casco Antiguo se recogen unas sobre otras y resulta embriagador en colores, aromas, texturas pasear por ellas, perderse, vagabundear... A cada recodo un comercio, una sorpresa, un rincón. Calles que parecen cerradas y a su término se quiebran para dejar paso a otra que cruza o que se escapa por un lateral. Casas blancas protegidas en la sombra, casi silenciosas pese al trajín viajero. Macetas y arriates, flores de todos los colores. Y el blanco inmaculado. Desde la plaza de Los Naranjos tomamos la calle Ortiz de Molinillos hacía arriba, que se transformará en la calle Virgen de los Dolores. Matas de buganvillas de un morado e
xplosivo caen como cascadas sobre el empedrado. Quedan los rastros de sus flores sobre el suelo, como un camino a seguir, una alfombra delicada y sutil. Los restaurantes aún no han colocado sus mesas en la calle, así que la podemos ver en todo su esplendor, con la hornacina azul de la Virgen de los Dolores presidiendo la escena. En la noche, dos velas iluminan el rostro inmaculado. Tomamos la calle de los Remedios, arriba a la izquierda, y desde ahí hacia la derecha la calle Ancha. Sea quizá esta una de las calles más
destacadas del casco antiguo. Su nombre delata sus hechuras y la calle Ancha es ancha, no una de esas guasas que subrayan un nombre para decir el contrario. Se presupone una de las calles más importantes de la Marbella antigua, situada de manera inmediatamente posterior a las murallas árabes. La calle Ancha, Con sus antiguas casas solariegas de enormes portalones y zaguanes de adoquines damasquinados. Casas de espectaculares jardines interiores que contienen auténticos vergeles conformados por arriates repletos de plantas y flores, incluso algún limonero. Las calles que derivan desde esta Ancha a izquier
da y derecha constituyen un verdadero jardín botánico gracias a sus tiestos de flores y macetas de color colocadas en largas hileras a lo largo de las fachadas de las casas. Como la calle Príncipe, rebosante de verdes o su confrontada calle Princesa. Al final de la calle Ancha se perfila la silueta de la iglesia del Santo Cristo de la Vera Cruz, un templo del siglo XVI, reformado en el siglo XVIII. Destaca el tejadillo de su torre campanario, decorado con cuadros azulejos blancos y azules. La plaza que constituye la antesala del templo se comparte con la antigua Fonda (ya cerrada) y que atraía en los años ochenta a la creme de la creme de la política, el artisteo y el famoseo nacional e internacional, y que servía de espectáculo infantil ver los coches cargados de estrellas pasar, y con el tablao de Ana María, epicentro flamenco de Marbella, tablao de casta, abierto todos los días del año (excepto domingos) a partir de las once de la noche. Tomamos un estrecho callejón situado a la derecha de la capilla.
Las murallas y el Museo del Grabado Español ContemporáneoDesde el callejón del santo Cristo salimos a la calle Lobatas, una de las vivas y antiguas calles de la ciudad y hasta la que llegaban en tiempos inmemoriales (cuenta la leyenda), lo lobatos jóvenes, de ahí el nombre... Llegamos hasta las ruinas del castillo árabe que permanecen integradas en la ciudad como uno más. Hasta fecha reciente, una de sus murallas era ocupada por los calabozos de la policía local. La fortaleza Árabe de Marbella se situaba a una distancia relativa del mar, ya que pe
rmitía otearlo y ofrecía a los viajeros una ruta segura próxima a la costa. Se conservan parte de sus murallas y una torre. Su construcción se sitúa entre los siglos IX y X y para ella se utilizaron materiales romanos como sillares o capiteles jónicos. Bordemos la terrosa muralla, que nos sirve de guía, para adentrarnos de nuevo en el Casco Antiguo. Llegamos hasta la plaza del Santo Sepulcro donde se encuentra la capilla del mismo nombre y a cuyas imágenes muestran profunda devoción los Tercios de la Legión, que brindan al respetable en
cada Semana Santa un espectáculo que va más allá de lo religioso y cultural. Es un capilla pequeña, recoleta, que alberga en su interior dos imágenes de gran valor artístico. A la derecha de la capilla, descendemos hasta llegar al Museo del Grabado Español Contemporáneo. El museo, que ocupa el espacio que antes albergara el Hospital Bazán edificado sobre tres antiguas casas árabes, fue inaugurado en el año 1992 y desde entonces se ha convertido en uno de los más importantes espacios artísticos de su
género en España. Su colección alberga muchas sorpresas, como grabados de Picasso, Miró, Tapies, Antonio López, Palazuelo o Chillida. De manera regular organiza cursos y talleres de grabado que despiertan gran interés por parte de los aficionados. La entrada al museo cuesta 3 euros por persona (gratuita para jubilados y menores de 18 años), que pagamos religiosamente para adentrarnos en un curioso edifico asimétrico (producto de su original trazado sobre las ya mencionadas casas árabes), pero con itinerario perfectamente señalado. Recorremos en silencio sus estancias, luminosas cuando se requiere, de luz más tamizada cuando resulta obligado. Nos encontramos cara a cara con Picasso (que nos sobrecoge) con Miró (que nos llena de color). En la parte baja, una de las últimas salas, muy hermosa gracias a los arcos que componen una de sus paredes, nos muestra una
prensa mecánica utilizada para grabar, para imprimir trabajos. Merece la pena anotar su teléfono, dirección y horarios: Museo del Grabado Español Contemporáneo, C/ Hospital Bazán s/n, teléfono 952.765.741, mail info@mgec.es y dirección web http://www.museodelgrabado.es/. Horario: Lunes de 09:00 a 14:00 horas. De martes a viernes de 09:00 a 14:00 horas y de 18:30 a 23:00 horas. Domingos y festivos cerrado.
El “Hospitalillo” y la iglesia de la EncarnaciónSalimos del museo y a la derecha tomamos la calle Pelleja hasta la plaza de Altamirano. Tomamos nota del restaurante Altamirano, pues aquí es donde, más tarde comeremos. Nos adentramos en el Casco Antiguo por la calle Misericordia para cruzarnos con el “Hospitalillo”, el Hospital San Juan de Dios, en pleno proceso de restauración y reforma (muy avanzada) y que se convertirá en un centro cultural. Rodeamos el “Hospitalillo” para por la calle Alderete. El edificio, tal y como se apunta en la página web del
Patronato de Turismo de la Costa del Sol fue, “(fundado por los Reyes Católicos bajo el nombre de hospital Real de la Misericordia), construido en el siglo XVI. Del edificio hoy se conserva la capilla de la Misericordia. En su fachada contrasta la parte inferior, realizada en piedra, con la del campanario, que, siguiendo la costumbre popular de enjalbegarlo todo, aparece encalado. Tiene una portada realizada en piedra y en su puerta de madera están labrados el escudo real y el de la orden de San Juan de Dios. Conserva la techumbre mudéjar”. Rodeado el edificio, regresamos, de nuevo a la calle Misericordia. En una de sus esquinas e integrado en la estructura del Hospital San Juan de Dios se encuentra la capilla del mismo nombre, sede de la imagen de “La Pollinica”, primero de los tronos en salir en procesión en la Semana Santa de Marbella. Destaca, como símbolo
religioso, su espadaña y su gran portalón de madera. Si ascendemos por esa calle llegamos hasta la iglesia de la Encarnación. Un templo de grandes proporciones, centro de los actos religiosos de la ciudad y que posee una portada barroca espectacular. Sobre la fachada blanca destaca esta entrada labrada en piedra y completamente historiada con dos columnas que parecen sostener un gran arco rematado en un rosetón y una cruz. La torre campanario, de dos altura, recoge ocho arcos con sendas campanas. El templo está pintado de blanco inmaculado, rematados sus doseles y esquinas de crema oscuro. La Encarnación se construyó en 1618
y su interior posee numerosas imágenes y capillas a cada cual más historiada. En el altar mayor, San Bernabé, patrón de la ciudad. Sobre la portada se encuentra una de las joyas de la iglesia de la Encarnación, el Órgano del Sol Mayor, una incorporación relativamente reciente (es de 1971) y que es una pieza única en su género. En su página oficial http://www.organo-del-sol-mayor.com/ se encuentra abundante información acerca de su construcción, obras interpretadas y conciertos, historia, etc… En la salida de la iglesia se confunden los grupos de turistas con las bodas locales en un crisol de lo que Marbella es, pueblo y ciudad, local y global, tradicional y turística, andaluza y foránea, todo junto y unido y mezclado arbitrariamente en el cóctel perfecto de acentos, religiones, nacionalidades, culturas y gastronomías. Y ahora, vamos a comer.
La comida: Restaurante AltamiranoRegresamos sobre nuestros pasos y optamos por el restaurante Altamirano por ser uno de los establecimientos clásicos de Marbella. Una carta especializada en pescado (frito, a la plancha, etc…) y marisco y al que acuden parroquianos marbelleros, marbellíes y extranjeros a partes iguales. Tampoco es de extrañar ver por aquí a personajes populares. En verano hay que esperar y en invierno, acudiendo un poco pronto se puede conseguir mesa. Tiene el bullicio y el bullanguerío de todas las freidurías, el ir y venir de los camareros, de los clientes. Forma parte de su seña de identidad y es una de las cosas que más chocan a los visitantes, el lío, le trajín, la bulla. Pedimos para dos una ensalada mixta (7 euros), unas gambas plancha (15 euros), un calamar plancha (10,65 euros), una rosada plancha (9 euros) y tres botellas de agua fría de medio litro. Total: 48,50 euros. El pescado está fresquísimo, las gambas delicadas y sabrosas, la ensalada abundante y el calamar parece extraído de otro mundo… Tras la pitanza llega la hora del ver el mar…
La avenida del Mar, la playa, el paseo marítimoRegresamos hasta la plaza de la Encarnación, junto a la iglesia donde tomamos el callejón Gloria, pasando frente a la tienda “Artículos Religiosos La Paz”, un comercio curioso que sólo vende artículos relacionados con la religión como rosarios, imágenes, escapularios, velas y cirios, etc… Continuamos hasta toparnos con la calle Valdés y de ahí, de frente, a la plaza África. Hemos recorrido el Casco Antiguo de Marbella, repleto de comercios, bullicioso de turistas y de marbelleros, colmado de comercios y de
actividad… Zapaterías, perfumerías, joyerías, tiendas de souvenires, restaurantes, tabernas… Desde la plaza África cruzamos Ricardo Soriano, la avenida principal de la ciudad, y aparecemos en la Alameda, un jardín frondoso y tupido, con una hermosa fuente. Puede ser este uno de los puntos más frescos de Marbella, umbrío y tranquilo. Algunos mayores se sientan en sus bancos de piedra o de forja negra, al refugio de la sombra. La fuente se sustenta en un zócalo donde se representan los escudos de las hermandades de la Virgen del Rocío, preciso nombre que se atribuye la fuente. Desde ahí, a la avenida del Mar, una calle peatonal que nos conduce directamente al paseo marítimo. Es la antesala del Mediterráneo, de la playa y el sol, la apertura del Casco Antiguo al mar. En la avenida se hallan una serie de réplicas de diez Esculturas de Dalí realizadas en bronce, apoyadas sobre una
base elevada y que representan desde mujeres y niños, hasta animales mitológicos. En la avenida del Mar ya se puede oler a mar brioso, a sal, a abrasas de espeto, a paellas y a crema solar. Una mezcla única en perfumes, una amalgama cromática propia y única de la Costa del Sol. Vemos ya el espejo del mar, azul e infinito. Marbella cuenta con más de una veintena de kilómetros de playas extendidas por todo su litoral, repartidas en 27 arenales, desde las más populares y céntricas como la Fontanilla, la Venus o la del Cable, hasta las de Puerto Banús, Costabella, Bahía Marbella, Pinomar, Los Monteros o Cabopino (con puerto deportivo incluido y
una parte nudista). El Paseo Marítimo discurre junto a la arena y en él se concentra gran parte de la oferta hostelera de la ciudad, desde el afamado Restaurante Santiago hasta restaurantes indios, tailandeses, internacionales, andaluces, heladerías, etc… Si miramos al mar y caminamos a la izquierda llegaríamos hasta el puerto pesquero de la Bajadilla, con un buen puñado de restaurantes especializados en pescado como el Hogar del Pescador, el Luca, la Relojera o los Cañizos. Si caminamos hacia la
derecha podríamos llegar hasta Puerto Banús y San Pedro Alcántara pasando por Río Verde a través de un extenso paseo de adoquín primero y de albero después. Tomamos esta dirección para dirigirnos hasta el Puerto Deportivo de Marbella, cuya cubierta superior ha sido recuperada y en ella se ha instalado un parque de suelo de piedra, con tejadillos de madera para refugiarse del sol y un amplio parque de juegos infantiles. Puerto Deportivo que tiene en sus locales inferiores uno de los lugares del ocio nocturno de la ciudad. Nos sentamos, descansamos, dejamos que el sol nos temple la piel. Escuchamos las drizas de los barcos golpeando contra los mástiles como consecuencia del viento. Gualdrapea alguna vela al ser recogida. Hemos decidió ir hasta Puerto Banús de una forma distinta. En barco.
Puerto BanúsDesde el Puerto Deportivo hay una línea regular de barcos que comunican Marbella con Puerto Banús. Una de las compañías es Fly Blue con salidas desde los dos puntos a horas determinadas, comenzando a las diez de la mañana y terminando a las siete y media de la tarde. Los adultos pagamos 15 euros para el trayecto de ida y vuelta, los niños 8, 50 euros. Si sólo quisiéramos ida en cualquiera de los dos sentidos, adultos 8,50 euros y niños 5 euros. Más información en la página web http://www.fly-blue.com/.
Cogemos el barco de las 16:00 horas. Se nos ofrece una perspectiva muy distinta de la costa, con la cima de la Concha al fondo, creando el microclima especial de la ciudad al retener el calor del terral y el frío y los chubascos de la serranía rondeña y de la Sierra de las Nieves. En apenas media hora hemos llegado a Banús, nos sentimos ciertamente privilegiados al codearnos con los enormes yates que atracan en el puerto, auténticas mansiones flotantes de más de treinta metros de eslora y con hast
a tres y cuatro pisos de altura. Paseamos por Banús. Los turistas tiran fotografías aquí y allá, a los coches más lujosos, a las embarcaciones más destacadas. Los propietarios de los coches y de las embarcaciones se dejan ver y fotografiar como si esta expectación que despiertan no fuera con ellos. Las tiendas de marcas más punteras imperan en primera línea, así como multitud de restaurantes de todos los precios y clases. Pasear por Banús es ver y comentar y cotillear. Por la noche se transforma y chicos y chicas
se ponen sus mejores galas para disfrutar en la segunda línea de puerto, donde se encuentran la mayoría de bares y discotecas. Presidiendo Puerto Banús, su torre de control, a su sombra una pequeña capilla de la Virgen del Carmen, patrona del mar y de los marineros. Puerto Banús es uno de los centros de turismo internacional y provoca siempre la curiosidad de los turistas y visitantes, un modelo de puerto deportivo que ideó el arquitecto José Banús y cuya construcción e inauguración se remonta a 1970. La página web del puerto, http://www.puertojosebanus.es/, detalla su historia, tarifas, servicios, etc… Incluye además un tour virtual para conocer mejor el lugar. Lo recorremos entero, caminamos por el espigón exterior, sentimos la brisa del mar sobre el rostro y observamos con detalle la maniobra de atraque de un gran yate. Nos sentamos y nos dejamos llevar por la imaginación. Esto también es Marbella.
Despedida
Aún con el blanco de las calles en la retina. Aún con la brisa del mar sobre nuestra piel. Aún con los aromas a sal y a espeto impregnándonos. Aún con los garbados impregnando nuestro deseo. Aún con el sabor del calamar sobre nuestros labios. Aún en Marbella y fuera de ella. Marbella vive dos vidas, Marbella es dos ciudades. Marbella vive dos vidas, dos vidas que son una sola ciudad. Nos quedamos.
Consejos y enlaces de interés
Marbelleros y marbellíes: En Marbella se realiza una diferencia entre marbelleros y marbellíes. Se considera marbelleros a los nacidos en la localidad y marbellíes a aquellos que viven en la localidad, pero no han nacido en ella. De aquí que aparezcan, algunas veces diferenciados, los dos vocablos a lo largo del texto.
Museo Cortijo de Miraflores: (C/Luis Morales y Marín, s/n. Tlf: 952 902 714), ubicado en un edificio de principios del XVIII sometido a una profunda reforma, alberga varias salas de exposiciones temporales y, como fondo permanente y característico, un viejo molino de aceite y todos los accesorios que intervenían en el proceso la para obtención de este producto. Alberga de manera habitual conferencias, charlas y…¡bodas!
Museo del Bonsái: (Avda. Dr. Maíz, s/n. Tlf: 952 862 926) está considerado como uno de los más completos en su género de toda Europa. Su colección de olivos silvestres llama poderosamente la atención, así como las miniaturas de los pinsapos, una especie autóctona en peligro de extinción. Entre sus ejemplares se cuenta con uno donado por el ex presidente del Gobierno, Felipe González, aficionado a esta práctica de jardinería.
Feria y Fiestas de San Bernabé: Se celebran en el mes de junio (día XXXX) y en ella se conjugan todas las esencias de las ferias malagueñas. Tapas, comidas, baile y cante en el Arroyo de la Represa durante la feria de día y jolgorio en el recinto ferial por la noche.
Semana Santa: Destaca la Semana Santa de Marbella por transcurrir en su mayor parte por las calles del Casco Antiguo, haciendo que los tronos cobren prestanza frente a las paredes encaladas, realizando un recorrido por exiguas calles que obligan a los hombres y mujeres de trono a realizar auténticos equilibrios. La magnificiencia de los tronos y de toda la imaginería que los acompaña.
Enlaces de interés: Además de las ya citadas a lo largo del relato, tomamos como referencia la páginas web del Patronato de Turismo de la Costa del Sol, la página web del ayuntamiento de Marbella y la específica de la delegación de Turismo de la localidad.
Este blog queda abierto a los comentarios, anotaciones, opiniones que los navegantes deseen realizar. Nos vemos en El Color Azul del Cielo.
76 MARBELLA: DOS VIDAS, UNA SOLA CIUDAD QUE MIRA AL MAR
martes, 21 de septiembre de 2010
Publicado por Israel Olivera en 0:01 6 comentarios
Etiquetas: Cosat del Sol, Iglesia de la Encarnación, la Concha, Málaga, Marbella, Museo del Grabado Español Contemporáneo, paseo marítimo, Playa Santa Ana, Puerto Banús
53 FUENGIROLA: DE CARA AL MAR...
martes, 13 de abril de 2010
Cuenta la leyenda que en tiempos árabes, en las noches de luna nueva, cuando el cielo aparece oscuro y cerrado, tachonado sólo por el parpadeo de las estrellas, un astrónomo ascendía hasta la torre más alta del castillo fuengiroleño. Desde allí dirige su rudimentario telescopio hacia la Constelación de Argos y escrutaba el devenir del firmamento con la paciencia del erudito. Una de esas noches, desde esa torre de piedra divisó un parpadeo azulado, un titilar discreto, un temblor en el cielo. Ante sus ojos apareció la pequeña estrella Sohail. Alborozado comentó el hallazgo al emir y desde aquel instante, aquella población de pescadores que los fenicios habían llamado Suel, pasó a llamarse Sohail y con este nombre permaneció durante casi ochocientos años. Luego llegaron los marineros genoveses y el nombre cambió, pero esa es otra historia que contaremos más adelante.
La llegadaHoy es un día ventoso, el mar riza sus espumas y agita la arena de las playas. Fuengirola, ciudad abierta al mar reclama el abrazo del viento y permite que la brisa marina, de intensos perfumes a salitre y a marisma, recorra las calles, casa rincón, con un ulular de querencias antiguas que antes ya escucharon los fenicios y los romanos y los visigodos y los árabes y los cristianos... Es un día peculiar, un día en el que se alborota la vida y los
viandantes se sonríen ante la brisa de sales y soles. Fuengirola es una ciudad de pequeño tamaño y abierta al visitante. Sus diez kilómetros cuadrados escasos contrastan con sus ocho kilómetros de playa, lo que nos permite concluir que la ciudad fuengiroleña es alargada y espigada. El ayuntamiento ha puesto en marcha un sistema de aparcamiento de rotación para facilitar la movilidad de vehículos del que conviene conocer los precios y horarios. De lunes a viernes de 9:30-14:00 y de 16:30-21:00; los sábados de 9:30 a 14:00; y los domingos y festivos es gratis. Los precios son 0,40€ - 30 minutos (mínimo); 0,85€ - 1 hora; 2€ - 2 horas; 3, 15 - 3 horas (máximo). Estacionamos cerca del puerto marítimo y deportivo y cumplimos con nuestros deberes recaudatorios calculando el máximo tiempo que vamos a estar en la ciudad, añadiéndole un poco más y sabiendo que por la tarde es gratuito. Iniciamos la visita.
El Puerto de FuengirolaLo decimos, hoy es un día especial. Las habitualmente tranquilas aguas del Mediterráneo parecen haberse enfurecido y la naturaleza nos muestra un espectáculo poco usual en estos pagos. Así en el Puerto de Fuengirola observamos el espectáculo inusitado e hipnótico de las olas batiendo sobre el espigón exterior del mismo. Salpican las espumas blancas y hasta nosotros llegan las gotas mínimas del mar pulverizado. Las drizas golpean los mástiles de las embarcaciones, componiendo una sinfonía siempre inconclusa. El Puerto de Fuengirola se ha ganado, literalmente, al mar. Tiene forma rectangular, protegido por un gran muro exterior que hace las veces de espigón. Hacia levante se sitúa el Puerto Deportivo, en el centro y hacia poniente, el Puerto Pesquero. En el carril
central de el varadero, que divide en dos las instalaciones portuarias se encuentran las nasas, redes y diversas artes de pesca. Hoy los barcos permanecen atracados, amarrados a puerto. Podemos imaginar en este mismo lugar, terciado el siglo XV, a los marineros genoveses faenando en estas aguas. Portaban unas embarcaciones a las que llamaban girolas y de ahí que llamaran al puerto de donde procedían Fuente de las Girolas. Las
palabras fueron deformándose por el uso hasta formar el vocablo Fuengirola por el que todos conocemos a la ciudad. Otro dato más acerca de los nombres es el de boliches. Así se llamaban a los peces menudos, pequeños, y de ahí recibió el nombre el barrio fuengiroleño de Santa Fe de Los Boliches. Los barcos de pesca reposan atracados en el dique, unos contra otros, apretados, cabeceando proa y popa, como un caballo asustado dispuesto a lanzarse a la carrera. Sta. Gema, Hermanos Sánchez, Maricarmen, Los Galdeanos, Emilio Pomaire... son algunos de sus nombres. Asimismo, todos ellos poseen alguna referencia a la Virgen del Carmen, patrona de los marineros y que se celebra en el mes de julio con gran expectación en la localidad. Aparecen así algunas estampas,
cuadros, dibujos... Quizá como los antiguos romanos llevaban referencias al dios del mar, Neptuno. Ya en el Puerto Deportivo se reparten los pantalanes de las embarcaciones de recreo y con ellas un amplio catálogo de bares, restaurantes, pubs, etc... En el mismo puerto se ofertan diversas posibilidades para disfrutar del mar como paseos en barco, paseos con avistamiento de peces y aves, pesca deportiva, y para los más osados también algunos deportes más adrenalíticos... Por su parte, el Club Náutico de Fuengirola (www.clubnauticofuengirola.com) posee una escuela de vela en la que poder desarrollar cursos de optimist, raqueros, windsurf y minicruceros, etc... Las ofertas y precios son muy variadas y en la propia página web del ayuntamiento podrán encontrar una amplia oferta.
El paseo marítimoContrasta el mar con los afilados edificios que se mantienen enhiestos, como auténticos farallones, rompeolas, acantilados, edificados a base de técnica por el hombre. Caminamos hacia poniente, dirección al Castillo de Sohail. Caminamos por el Paseo Marítimo, uno de los más largos y mejor equipados de Europa. Tiene, en su totalidad, ocho kilómetros de recorrido y forma un auténtico espectáculo de gentes y colores y olores y sabores
al borde, constante, del mar. La oferta hotelera (cerca de 12.000 camas) se asoma a las playas fuengiroleñas, todas ellas consagradas con la Bandera Azul que otorga la Unión Europea por la calidad de sus aguas, arenas y servicios. Los restaurantes centran la oferta de comida internacional de todo tipo, gusto y color, y los chiringuitos de la playa centran oferta más autóctona con pescaíto frito, arroces excelentes pescados a la sal. Hoy baten las olas y los arenales se mantienen incólumes ante la bravía contumacia del mar. Los paseantes nos miramos y sonreímos ante el espectáculo y dejamos que las gotas atomizadas nos salpiquen el rostro. Caminamos con deleite, con despacio, con tranquilidad, disfrutando de cada paso. La distancia, aunque larga, es perfectamente salvable.
Hay bancos por doquier y
distracciones varias, además se realiza todo el tiempo por un trazado recto, sin cuestas... Es muy recomendable dejarse llevar por la distancia. De cuando en cuando descendemos hasta la arena. El mar ruge y el agua aún está fresca, pero se agradece. Continuamos. Aún en estos días ventosos, el Paseo Marítimo de Fuengirola proporciona una caminata de carácter excepcional. Los amantes de la bicicleta o de los patines también tienen la oportunidad de disfrutar, ya que a todo lo largo del paseo se halla habilitado un perfectamente señalizado carril bici. Llegan hasta nosotros los perfumes de los espetos, de las brasas, que se confunden con los del mar y los de la arena y el salitre en una combinación única, casi marca registrada del litoral malagueño.
El Castillo Sohail y su parqueCaminando llegamos hasta la pasarela que cubre el río Fuengirola y que con sus tirantes ya se ha convertido en icono de la localidad. El Castillo Sohail se sitúa en lo alto de un promontorio, oteando el mar en la lejanía. Grupos de jóvenes se solazan sobre la arena, acompañados por el permanente sonido del mar. Para ascender hasta el Castillo existen dos posibilidades. La primera de ellas, es continuar por el paseo, bordear el cerro del castillo y llegar hasta
la fortificación a través del parque que se extiende a sus pies. La segunda se encuentra después de cruzar la pasarela, caminar hacia la derecha, junto al río, y allí se observará una entrada que indica Parque del Castillo. Nosotros optamos por ascender por el camino del paseo y descender por el camino junto a la pasarela. El castillo se encuentra rodeado de un extenso parque donde poder tumbarse sobre la hierba a descansar y reposar un tiempo sobre
alguna de sus terrazas. En el mismo se hayan las excavaciones arqueológicas de unas serie de tumbas fenicias y de la que, probablemente, fue ciudad romana de Sual. Al castillo se accede por la puerta trasera del edificio, así que si el visitante sube y se encuentra la puerta principal cerrada sólo tiene que rodear la fortificación. La entradas para adultos cuestan 3 euros y para niños 2 euros. Está abierto de lunes a domingo con horario
ininterrumpido de 10:00 horas a 19:45 horas.
Nos encontramos, en el interior, con una boda. El novio y la novia se fotografían en el interior, en las almenas, en la puerta... El Castillo Sohail ha sido construido y destruido en varias ocasiones, originariamente edificado por los fenicios (junto a una fábrica de salazones) lo utilizaron también los romanos y los árabes, y se usó como bastión defensivo en la Guerra de la Independencia contra los franceses. En la actualidad, está reconstruido y se utiliza para la celebración de diferentes eventos sociales y culturales, entre ellos, el mercado medieval que reúne a numeroso público en su celebración a mediados de agosto y en el que se desarrollan talleres de diversa índole, se incluyen puestos artesanos, gastronómicos, etc... En el que pretende ser un auténtico viaje al pasado. Desde el Castillo Sohail se tienen unas vistas espléndidas del Mediterráneo, hacia levante, el núcleo de Fuengirola, con Mijas pueblo al fondo. Hacia poniente, el Mediterráneo en todo su esplendor... Pasemos por las almenas del castillo, nos fotografiamos junto a los cañones, nos sentamos, contemplamos el Mare Nostrum, respiramos el aire salitroso que nos trae la brisa...
La comidaAún nos quedan por visitar vario lugares destacados de Fuengirola, pero las horas se nos han echado encima y optamos por hacer una parada para comer. En el Paseo Marítimo hemos visto un restaurante-chiringuito donde ponían pescados a la sal, así que no lo pesamos más. Se llama Rte. Bar Playa Antonio y ofrecen una amplia oferta de pescaíto frito, de pescados a la sal, mariscos, arroces etc. Optamos por compartir, así que pedimos 2 botellines de agua,
1/3 cerveza, 1 ensalada de pimientos (6
euros), 1 gambas al pil-pil (7,80 euros), 1 cazón en adobo (6,80 euros), 1 dorada a la sal mediana (22,26 euros), 1 helado. Total: 51, 44 euros. El pescado a la sal (en este caso dorada, pero podría haber sido lubina o besugo, etc...) te lo muestran en la mesa antes de prepararlo (tiene buena pinta) y lo hacen en el momento. Degustamos los aperitivos, charlamos entre el sol y la sombra. El restaurante está casi lleno. A la hora de servir el pescado a la sal, Rafael, el camarero, nos muestra sobre un cajón de madera la costra que lo envuelve. Allí mismo quita la sal que lo recubre, despieza el pescado y nos lo presenta en la mesa. Está muy bueno, también la conversación. Lo degustamos con deleite y tomamos fuerzas para continuar la caminata.
Más FuengirolaHemos optado por caminar y en Fuengirola, con un poco de brío, se puede llegar andando a todos los lugares. El paseo entre sus calles o al borde del mar siempre resulta estimulante. Si se viaja con niños, visitar el Parque de Poniente es ineludible. Es una zona próxima al castillo Sohail equipada con diferentes juegos infantiles que han adquirido la forma de barcos, galeones, carabelas... El suelo tiene aspecto ondulado y es de color azul,
asemejándose al mar. También hay un chiringuito con aspecto de faro en el que poder tomar un refresco. Desde el Parque de Poniente, por la Avenida Condes de San Isidro se llega hasta el Parque del Norte, donde se ubica el ayuntamiento. Junto al ayuntamiento podemos hallar el Museo de Historia de la Ciudad, que encontramos cerrado pese a que en un prospecto se nos indica que está abierto de lunes a domingo en horario de mañana y tarde. En la puerta se nos indica que el horario ha cambiado, ahora la apertura del museo es de martes a sábado de 11:00 a 13:00 horas. Otra vez será. Detrás del ayuntamiento de la localidad, en la avenida Camilo José Cela, se encuentra otro de los activos turísticos de Fuengirola, su zoo. Aunque es conocido como Zoo de Fuengirola, en el mes de marzo de 2010 cambió su nombre a Bioparc Fuengirola. Como
indica su página web "Bioparc Fuengirola abandera un nuevo modelo de zoo basado en el respeto a la naturaleza y la preservación de sus especies, un modelo que ya se ha convertido en referente a nivel europeo. Hablar de Bioparc Fuengirola es referirse a un concepto diferente de zoo. Un parque zoológico en el que los animales conviven en una recreación de su hábitat natural que favorece su desarrollo a todos los niveles. Visitarlo es adentrarse en un auténtico documental sobre los más profundos bosques tropicales". Dentro de sus actividades organizan una única en Europa: las visitas nocturnas guiadas. En su página se pueden encontrar todos los servicios que se ofrecen, los diferentes hábitats, las especies que lo habitan, etc... El precio de la entrada es de 15,90 euros para los adultos y 10, 40 para niños y pensionistas. n grupos mayores de 25 se realiza un descuento. Las entradas se pueden adquirir en las taquillas del Bioparc, en hoteles y en agencias de viajes. El parque abre todos los días del año desde las diez de la mañana. Es, sin duda, una oportunidad excepcional para conocer la flore y fauna dentro de una hábitat abierto y controlado.
DespedidaNos dirigimos, de nuevo, hacia el Paseo Marítimo. Caminamos despacio, sintiendo ya entre las callejas más antiguas de la ciudad el perfume del salitre en el viento. Se abren la playa y el mar ante nuestros ojos. Descendemos hasta la arena, nos descalzamos y nos sentamos. Dejamos que el Mediterráneo nos inunde con sus esencias, con sus olores y sus sabores, con el salitre sobre la piel. Sonreíamos y dejamos que el sol vaya cayendo por poniente.
Información turística y enlaces de interés
La agenda de actividades de Fuengirola es apretada, pero hay dos eventos que nos inexcusables. Uno de ellos las fiestas en honor a la Virgen del Rosario y otro La Feria Internacional de los Pueblos.La Feria Internacional de los Pueblos: Se celebra entre los meses de abril y mayo desde 1994, es un evento consolidado en la Costa del Sol y hasta él se acercan miles de visitantes todos los años. Tal y como reza la página web municipal: "La vuelta al mundo en cuatro días se hace posible visitando este evento. Música contagiosa e interactiva, tocada por grupos auténticos, desplazados expresamente desde sus lugares de origen. Platos deliciosos preparados con todo el sabor y color que nos transportan, a través del paladar, a comunidades y países distantes. Bebidas exóticas, sabores intensos propios de cada cultura. Exposición y venta de productos típicos...". (Nota: Fotografía extraída de la página web del Ayuntamiento de Fuengirola)
La feria y fiestas de la Virgen del Rosario: Se celebran entre el 6 y el 22 de octubre en honor a la patrona de Fuengirola y alcaldesa perpetua, Nuestra Señora la Virgen del Rosario. El evento se desarrolla en el recinto ferial fuengiroleño y el tipismo andaluz es una constante que va más allá para transformarse en una realidad. Gastronomía tradicional, comidas y bebidas típicas, cante y baile y música son sus características principales.
Enlaces de interés: Tomamos como referencia la página web del Patronato de Turismo de la Costa del Sol y la web municipal de Fuengirola. A ella hay que añadir la ya citada del Bioparc y la web personal y de servicios Un Sol de Ciudad .
Este blog queda abierto a los comentarios, anotaciones, opiniones que los navegantes deseen realizar. Nos vemos en El Color Azul del Cielo.
Publicado por Israel Olivera en 0:01 7 comentarios
Etiquetas: bandera azul, boliches, Costa del Sol, espeto pescaíto, fenicios, Fuengirola, Málaga, paseo marítimo, pescado a la sal, pescaíto, playas, puerto deportivo, puerto pesquero