Quizá incluso visitara y rindiera pleitesía a la Virgen de la Fuensanta. Quizá degustara los caldos de la tierra en la plaza del "pescao". Quizá visitara el hospital de la Caridad y la iglesia de San Andrés para hincarse de hinojos en el suelo y rezar una o dos plegarias. Quizá discurriera por las calles en un paseo moroso y tranquilo. Quizá pergeñó aquí algunas de sus novelas o romances o poemas. Quizá. Y sólo son suposiciones, porque, en realidad el viajero nunca llegará a saber a ciencia cierta las calles y lugares por los que D. Miguel de Cervantes Saavedra deambuló en la visita que realizó a Coín en 1594 en su cargo de comisionado para la recaudación de rentas de la Corona. Pero la imaginación es libre y pensar que quizá en la mañana de hoy hollemos el mismo suelo que holló Cervantes hace aletear nuestro corazón de caballeros y damas aún idealistas. Todo sea por el recuerdo de El Quijote.
Llegada, aparcamiento e inicio de la visita
Coín es un municipio que ha crecido en población y espacio integrando sus partes más antiguas entre las más nuevas jugando un juego de antigüedad y modernidad que ofrece al visitante todos los servicios y, a su vez, la exquisita decadencia de la historia viva. Llegamos al término municipal y seguimos las indicaciones de centro urbano, indicaciones que nos llevan hasta la plaza de la Villa y sus aledaños donde, infructuosamente intentamos estacionar. Tras dos o tres vueltas de reconocimiento optamos por aparcar el coche en el parking público que se sitúa en la misma plaza y que sirve como aparcamiento perfecto para complementarlo con el centro comercial abierto que es el centro de Coín. Nuestra idea es localizar la oficina de turismo, hacernos con un plano y situar en él los lugares de interés que deseamos conocer en mayor profundidad. Son los coínos de trato afable y enseguida nos sitúan en la dirección correcta que pasa por la avenida principal del muncipio y cruza la conocida como plaza del "pescao", dejando a la izquierda la iglesia de San Juan Bautista, para encontrarla de frente. Ahí está, bajo un gran cartel, la Oficina de Turismo. Nuestro gozo en un pozo, las dependencias están cerradas y un cartel nos indica que abren de lunes a viernes de 10:00 a 14:00 horas. En las calles hay varios paneles informativos que nos ayudarán a ubicar los monumentos, todo está bastante próximo y no hay pérdida. Algo más tarde, descubriremos que en algunos estancos de Coín ofrecen mapas gratuitos del municipio, así que esa sería otra buena opción. Optamos por comenzar visitando la iglesia de San Juan Bautista cuya entrada lateral tenemos enfrente.
La iglesia de San Juan Bautista y la diminuta Virgen de la Fuensanta
Aviso para navegantes: la entrada principal de la iglesia de San Juan Bautista desemboca en la plaza del "pescao", pero suele estar cerrada, los accesos al interior del templo se realizan por los laterales. Entramos por el de la izquierda y encontramos cierta actividad en el interior. Varias mujeres se afanan en decorar con adornos florales las bancadas y reclinatorios mientras dos más de ellas asean con esmero una pequeña capilla situada a la izquierda del altar mayor. Sabemos que la Virgen de la Fuensanta de Coín tiene multitud de fieles y que sus romerías a la ermita son muy destacadas. También sabemos que el objeto de adoración es pequeño, apenas 11 centímetros de alto, y que se encontró en Coín traída por algún soldado o cristiano viejo que participó en la conquista de estas tierras en las postrimerías del siglo XV. Pero una cosa es saber y otra muy distinta conocer y nos quedamos de piedra cuando observamos en esa capilla situada a la izquierda del altar mayor un trono repleto de filigranas de plata y oro, floreado con conciencia y en su centro, una hornacina de cristal con una pequeñísima figura que en su cabeza luce una pequeñísima corona. Las dos mujeres que se afanan en la limpieza nos invitan a subir unas escaleras y contemplar más de cerca la imagen de la Virgen. Cuesta pensar que tan pequeña figura pueda levantar tantas emociones. - ¿Les gusta?-, nos pregunta una de las mujeres. - Sí, la verda es que sí, es muy curioso. - Pues en la romería, se celebra una misa y la sacamos de la hornacina y la podemos besar y entonces la vemos muy de cerca muy de cerca muy de cerca con esos ojitos brillantes suyos- , dice arrobada la mujer. - ¿La tienen mucha devoción, no?-, preguntamos. - Pues sí, mucha, mucha. Pero no sólo la gente de Coín, porque aquí vienen personas de todo el mundo a rezarle plegarias, pedir por sus familias, realizar promesas. Le tenemos muchísima devoción. Tras charlar un rato más nos dicen que la ermita de la virgen, situada en las afueras del pueblo se puede visitar los miércoles y los domingos, pero que por fuera - Es todo también muy bonito-, apunta una de ellas. Agradeciéndoles la atención prestada, salimos de la iglesia y optamos por desayunar.
Desayuno en la plaza
Recomendados por una coineña, optamos por no perder de vista el templo y a la misma sombra de la iglesia nos sentamos en la terraza de la "Cueva del Monaguillo", un local moderno que pone tapas a partir de las 13:00 horas y desayunos desde primera hora de la mañana. En nuestro recorrido hemos adquirido una postal, 40 céntimos, franqueo para españa, 32 céntimos, y éste será el momento oportuno para redactarla. Comienza como todas las demás "Nuestro recorrido por los 101 municipios de la provincia de Málaga nos ha traído hoy hasta..." Entre letra y letra pedimos un refresco de cola y una cerveza, un pitufo de jamón serrano con tomate y un pitufo de bacon queso: 5, 30 €. Charlamos, escribimos y planificamos el resto de la mañana. Es un buen lugar en el que se siente cierto frescor, está recogido de la algarabía de la calle principal y, a su vez, muy próximo a ella. Tras el refrigerio, proseguimos la visita.
La Encarnación y el hospital de la Caridad y la iglesia de San Andrés
Tomamos la calle adyacente a la Oficina de Turismo hasta llegar a la placa que anuncia la casa familiar de Antonio Reyna Manescau. Según nos informa la Fundación García Agüera de Coín, Reyna Manescau nació en este municipio en el año 1859 y falleció en Roma en 1937. Reyna fue uno de los más preciosistas pintores de paisaje andaluces del siglo XIX. Desde muy joven expresó sus habilidades artísticas y, formado en la academia de Málaga, en 1885 viaja a Venecia, desde entonces, "su producción estará compuesta mayoritariamente por esos rincones venecianos realizados con técnica preciosista", motivo por el que al ilustre coineño se le conoce en el mundo como "El pintor de Venecia". Tras este apunte continuamos por la calle Santa María, a la derecha, y llegamos hasta la Encarnación que fuera primigenia mezquita árabe coineña, posterior convento franciscano, posterior convento de claustro barroco y actual sala de exposiciones que se encuentra abierta sólo cuando hay muestras. Nos encontramos en el epicentro de la parte antigua de Coín. Son muchas las calles que parten de pequeñas plazuelas, muchas las casas antiguas restauradas y por restaurar, muchos los vericuetos, los trazados plagados de requiebros, muchos los patios interiores frescos y enormes que se asoman con timidez a las callejas. Este Coín se habrá de asemejar a aquel de 1773 que según cuentan los historiadores poseía 700 huertas, 14 molinos de aceite, 20 de harina... Nos recreamos en este pensamiento histórico ayudados por el entorno. Continuamos nuestro paseo por la calle Doctor Palomo y Anaya. Ya vemos, desde la esquina de la calle la impresionante Espadaña de la iglesia de San Andrés y hospital de la Caridad. Una espadaña blanca que se eleva al cielo entre los modernos edificios. La entrada al templo es estrecha y baja. Accedemos. La iglesia es de techo bajo y muy muy modesta, cabe señalar que es una de las cuatro en toda Andalucía que tiene planta en forma de L, se supone que para guardar un ala para los fieles y otra para los enfermos del hospital adyacente. Nos sobrecoge. La paseamos despacio, con tranquilidad, y descubrimos que tras las paredes nuevas se encuentran las antiguas columnas, tapadas por una gruesa capa de arena y cal. Parece ser que en algunos trabajos de reparación se han encontrado las antiguas paredes de ladrillo y piedra y las historiadas columnas y que se paralizaron. Ahora se encuentran a la vista y engrandecen el interesante aire decadente que posee toda la estancia. Aún se oficia misa en este templo.
La ermita de la Fuensanta y despedida
Tras salir de la iglesia de San Andrés tomamos dirección a la plaza de la Villa donde habíamos estacionado el coche. Tenemos intención de visitar la ermita de la Fuensanta siguiendo las indicaciones de las dos mujeres con las que hemos charlado esta mañana. Así que, salimos del parking, 2,50 €, y tomamos la carretera dirección Marbella, pasado el restaurante Cruz de Piedra, seguimos por el camino principal y, casi llegando al cruce, giramos a la derecha. Está indicado, pero no es perfectamente visible. Una vez tomado un camino vecinal, asfaltado, debemos estar atentos a la próxima señal, que nos indicará ermita de la Virgen de la Fuensanta a la derecha. Se pasa por una cueva al aire libre, cerrada por unas rejas en la que hay una réplica de la imagen y que parece ser el lugar en el que apareció. Vemos, al final del camino, los portales vacíos de las casetas de feria que se instalan para la romería que se celebra la primera semana de junio. La explanada, ahora vacía, instala en el visitante un sentimiento de extraña ambivalencia. La ermita se sitúa sobre la ladera de un monte, perfectamente blanca, y con una pequeña plaza ante sí. Todo está tranquilo, en paz, sosegado. La brisa del mediodía agita las copas de los árboles que parecen traer ecos de la fiestas, de las palmas y de la música, de la risa y de los cantos. Las casetas permanecen vacías, pero el aire festivo se instala en nuestros oídos como un murmullo lejano. Casi podemos presentir el alma de los romeros paseando por las estancias vacías, y los llantos devocionales de las personas venidas de tan lejos... Miramos la ermita, con su inmaculada palidez. Miramos el cielo, de un azul rotundo e intenso. Miramos los cerros que rodean el horizonte de la ermita. Nos sentamos en uno de los bancos y cerramos los ojos permitiendo que cierto aire místico nos envuleva.
Enlaces de interés y consejos útiles
Consejos últiles: Como ya se ha apuntado, el horario de la Oficina de Turismo es de 10:00 a 14:00 de lunes a viernes, está situada en la calle Coronel de la Rubia y su teléfono es 952.45.32.11. Aún con todo en uno de los estancos de la calle principal reparten planos callejeros del municipio.
Otras visitas en Coín: En las afueras del municipio se sitúa la Ciudad del Cine, un complejo hotelero-turístico en el que se graban algunas series de televisión. En sus instalaciones se recrea un pueblo típicamente andaluz (que vemos en la imagen) donde se rueda la famosa serie Arrayán de la televisión pública de Andalucía. Los sets de grabación se encuentran abiertos al público cuando no hay rodaje. Muy próximo a la Ciudad del Cine se puede encontrar el paraje conocido como El Nacimiento, un lugar de esparcimiento donde nace el manantial que da de beber a la localidad.
Enlaces de interés: Como referencia partimos de la página web del Patronato de Turismo de la Costa del Sol. También recomendamos la página web municipal de Coín. Para conocer más acerca del pintor Antonio Reyna Manescau merece una visita la página de la Fundación García Agüera.
Este blog queda abierto a todas las sugerencias y recomendaciones de sus lectores. Quiere ser una puerta abierta y cuantas más opciones haya, mejor. Os esperamos en El Color Azul del Cielo.
22 COÍN: BAJO EL AUSPICIO DE LA FUENSANTA
martes, 8 de septiembre de 2009
Publicado por Israel Olivera en 0:01
Etiquetas: Cervantes, Ciudad del cine, Coín, Costa del Sol, hospital de la caridad, iglesia de San Andrés, iglesia de San Juan Bautista, Málaga, romería de la Fuensanta, Virgen de la Fuensanta
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9 comentarios:
Encantador
Saludos.
Precioso.
Habiamos estado tantas veces en Estepona que creiamos conocerla.El jueves pasado la redescubrimos contigo.
Me está gustando esta especie de reto-juego.
Hoy tenemos que ir a Coín y aprovecharemos en parte para "redescubrir algo"
Un abrazo y gracias al vasco tocayo que me pone las pilas en mi propia tierra.
Apenas conozco Andalucía y siempre lo he tenido ahí,como en espera de un buen momento.
Mi acceso a tu blog se ha convertido de casual a un auténtico seguimiento.
Ahora me estoy poniendo ya fechas para conocer los lugares que de forma tan sugerente nos describes.
Adelante.Este blog es de lo mejor.
Nos vemos en...MÁLAGA y sus pueblos.
Israel:vas a tener que poner más vagones al tren de los viajeros.
Ya pasamos de 22000.
Un abrazo.
Todo maravilloso aun con algunos días de mucho calor.Iremos contando.Hemos venido enamorados de los pueblos de Málaga.Tendremos que hacer otra ruta para seguir conociendo.Hemos pensado en Semana Santa que tiene que estar divino(y hay vacaciones).
Un abrazo,Israel.Mañana veremos con qué nos sorprendes.
bueba pajina
hal coine valle del azahar
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