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95 TEBA: EL DELICADO PAISAJE DE LA BATALLA

martes, 1 de febrero de 2011

El caballero ha portado el corazón de su rey desde Escocia. Va camino de Tierra Santa con la intención de enterrarlo en Jerusalén. En Sevilla, antes de embarcar, un joven rey español, Alfonso XI, le llama para enrolarle en una nueva cruzada, luchar contra los musulmanes del reino de Granada para expulsarlos definitivamente de Al-Ándalus y de la península. El paladín escocés acepta, acepta sin saber que morirá en tierras malagueñas. Era Sir James Douglas, mano derecha del primer rey de Escocia, Robert Bruce, heredero de las aspiraciones independentistas del celebérrimo William Wallace, y halló la muerte empuñando la espada a las faldas del Castillo de Teba. Corría el 25 de agosto del año 1330.

Como un otero, un faro, un referente en la llanura colmada de ondulaciones, verde. Se yergue el castillo de la Estrella sobre el paso natural que comunica las tierras de Sevilla con las malagueñas, paso obligado, corredor natural, que el ser humano utiliza desde la prehistoria y que tuvo su mayor referente histórico en las batallas fronterizas entre musulmanes y cristianos. Están regados estos campos de sangre antigua, sembrados de historia mayúscula e historias minúsculas. Así surgen de la tierra las claves del pasado en forma de estatuas romanas, aperos de sílex neolíticos, cerámicas fenicias. Y todo lo vigila la torre del alcázar. Piedra y sillería que contemplaron las batallas de lanzas espigadas y observan ahora el pausado girar de los modernos molinos de viento. Perteneció Teba a la última red fronteriza de la cristiandad, defensa y punta de lanza desde el año de su conquista, el 30 de agosto de 1330, donde Alfonso XI la conquistó a los árabes y fue desde entonces cristiana. Observamos la torre allá arriba y creemos ver a una guardia de corps paseando por sus almenas.

Llegada

Dado que Teba se encuentra reposada sobre una vaguada y cuya mayor altura urbana es el castillo de la Estrella, optamos por visitar primero el recinto amurallado y el centro de interpretación “Una cruzada en el Guadalteba” que ocupa el interior de la torre y el alcázar. Provenientes de Málaga por la carretera que une la capital con campillos nos hemos desviado dirección Ronda para tomar después la indicación de Teba. Desde la lejanía ya se aprecia el magnífico torreón, que se muestra cada vez más grande según nos acercamos. Es imponente. Ascendemos hacia el núcleo urbano y seguimos las indicaciones que señalan “Castillo de la Estrella” para subir por una serie de calles empinadas y sinuosas hasta llegar a un parking junto a la muralla. Nos pertrechamos, y en la mañana fría de enero que cubre el cielo con una taracea de nubes nos percatamos de que estamos en un lugar especial, trufado de historia. El paisaje que se extiende ante nosotros corta el aliento. Miramos hacia arriba, vemos la entrada al complejo, sonreímos y avanzamos.

Una cruzada en el Guadalteba

Antes de acceder al interior del alcázar paseamos ampliamente por el recinto del castillo. Sabremos más tarde que, junto con Bentómiz, la de Teba es la fortaleza más grande de Málaga con una extensión de 25.000 metros cuadrados. Es imponente, como imponente resulta el paisaje, paisaje de fuertes contrastes cromáticos, verdes, ocres, azules, grises… Un mar de ondulaciones sobre el que parece flotar la torre. Excepcional como ninguno, punto de referencia geoestratégica indudable. Tras deleitarnos, entramos. El centro de interpretación pertenece a la Red de Patrimonio del Guadalteba y como todos sus museos está cuidado hasta el máximo detalle. En este caso la reconstrucción es exquisita, detallada y cuidada para ofrecer al visitante toda la información sin dañar el patrimonio. La entrada cuesta 3 euros y tenemos que decir que los pagamos muy a gusto, más aún después de las completísimas explicaciones que nos ofrece el encargado del centro, Serafín que nos acompaña en todo momento para ofrecer una exacta contextualización.
Así aprendemos la importancia real del Castillo de la Estrella en las guerras musulmano-cristianas, sabemos que está construido en el siglo XII, en la época almohade, mientras en Sevilla se construían la Giralda y la Torre del Oro; que tuvo 18 torres y tres puertas de acceso un de ellas octogonal y otra cuadrada; que a finales del siglo XVII se desmanteló la iglesia que había en el interior y con esos materiales construir la nueva en el centro del municipio; que la torre del homenaje, erigida en el siglo XV se conserva en un 80%; que Teba era referente en la ruta que comunicaba Sevilla con Málaga y Granada con Algeciras; que formaba parte de un cinturón defensivo configurado por Teba, Cañeta la Real, Cuevas del Becerro, Ardales, el castillo de Turón y el Burgo… Una miríada de historias que configuran el pasado de la comarca con la presencia, siempre incólume, del castillo de Teba. Serafín nos explica el porqué del nombre del centro, “Una cruzada en el Guadalteba”. En 1330, el jovencísimo rey español Alfonso XI quiso imprimir a la conquista del castillo de la Estrella, en mano musulmanes, el carácter de guerra santa, de cruzada, con el objeto de reclamar las bulas papales que le permitieran tener mayor número de soldados y de recursos económicos. Se concedieron y si hubo guerra santa en Jerusalén, también se puede afirmar sin temor a equivocarse que la hubo en la comarca malagueña del Guadalteba. Recorremos el interior de la fortaleza, despacio, deleitándonos. Hemos visto un vídeo y con las explicaciones anteriores todo se engarza como en un puzle, podemos visualizar a la perfección el porqué del interés de este territorio, conocemos más en profundidad la figura de Sir James Douglas, paladeamos la historia con gusto. Es esta una visita ideal para hacer con niños (no muy pequeños) y que recorran el interior de la torre y el perímetro del castillo dejando volar la imaginación. Pero que lo hagan con cuidado porque en el interior del alcázar se esconden dos caballeros escondidos…Salimos con la imaginación bullendo…

El centro del municipio, primera parte

Descendemos en el coche hasta el centro del pueblo y estacionamos en una de sus calles. Pese a su extensión, Teba se puede recorrer perfectamente a pie y la mayoría de los puntos de interés se encuentran más o menos concentrados. Hemos estacionado en la calle San Cristóbal y accedemos a la calle Grande por la calle Carrera. A partir de aquí todo es coser y cantar. Descenderemos por la calle Grande hasta cruzar por delante de la iglesia, llegaremos hasta el cruce con la calle Herradores, donde visitaremos la Ermita de Jesús Nazareno, para girar a la derecha hasta la plaza de la Constitución, donde veremos la portada de la que fuera casa de la emperatriz Eugenia de Montijo, el ayuntamiento y haremos un alto espléndido para visitar el Museo Arqueológico, situado en el Ayuntamiento. Después, seguiremos la visita.
Dicho y hecho y trazada la ruta en el plano y en el gps del teléfono móvil comenzamos nuestra visita al centro urbano.
La iglesia de la Santa Cruz Real es un edificio imponente. Como hemos apuntado antes, gran parte de los materiales con los que fue cosntruida se extrajeron del antiguo templo que albergaba el recinto del castillo. Aquel templo se desmontó, literalmente, y se trasladó hasta el centro del municipio para que José Tirado, maestro alarife de la Catedral de Sevilla, la diseñara y construyera. Las obras se llevaron a cabo entre 1699 y 1715. En el interior, de tres naves, sobresalen las columnas de mármol rojo de ocho metros de altura que sostienen los arcos de sujeción. El mármol rojo no se extrajo, como se cree, del Torcal de Antequera, sino de unas canteras cercanas que los romanos ya utilizaban para la talla de sus estatuas, así nos lo apuntarán más tarde en el Museo Arqueológico. Aún con todo la iglesia es impresionante, un edificio colosal. En el interior de la iglesia se encuentra el museo de Arte Sacro con una colección más que destacada, entre la que se encuentran cálices, limosneros, cruces, copones, atriles, sacras, etc… Pero la joya de la corona es la cruz alzada que se procesiona en las grandes fiestas tebeñas, una pieza de gran riqueza y esmerado estilo. En el museo también hay una capa pluvial y un terno del siglo XIV que pudieron pertenecer a Isabel la Católica. Salimos al vigoroso frío de enero y caminamos hacia abajo por la calle Grande hasta encontrarnos con la ermita de Nuestro Padre Jesús Nazareno, una edificación contemporánea que alberga en su interior la sede de la Cofradía del mismo nombre.
Accedemos a la plaza de la Constitución desde la calle Herradores para encontrarnos, frente a frente con la magnífica puerta de una casa que casi parece suspendida del aire y hecha de la materia algodonosa de los colores de un amanecer, dados sus tonos rojizos y rosas. Es la portada de la casa condal de la emperatriz Eugenia de Montijo, de la que se mantiene en pie el dintel superior y las dos columnas que lo suspenden. Resulta más que clarificadora de cómo había de ser el resto de la casa y del poder histórico de la Casa de Alba. Entre el marco de esta puerta que se abre hacia el vacío vemos el recinto del Ayuntamiento, donde se encuentra también el Museo Arqueológico Municipal y que merece un punto y aparte.

Punto y aparte. El Museo Arqueológico Municipal

Su completísima colección es de un valor histórico incalculable. El museo abre los sábados y domingos de 12,00 a 14,00 y de 18,30 a 20,30 horas y los días laborables previa cita en el teléfono 952 74 80 20 y de su apertura y visita guiada se encargan los miembros de la Asociación para la Defensa del Patrimonio Histórico de Teba, Hisn Atiba. La entrada al museo cuesta 1,20 euros y sólo por cruzar la puerta merece la pena. El Museo Arqueológico de Teba hace un recorrido impresionante por la historia de la localidad con una colección de útiles de silex, cerámicas primigenias, botones de plomo, figuras antropomorfas, instrumentos quirúrgicos, dedales y hebillas… Residen en sus vitrinas los años de fenicios, romanos, árabes, cristianos que poblaron estas tierras y los hombres y mujeres anteriores a la misma historia que vivían del fuego y de la fractura de unas piedras sobre otras… Y entre todas estas piezas unas cuantas joyas, como la figura de un carnero, imagen del propio museo, una hermosísima columna romana dedicada a la diosa Victoria Augusta, y un retrato en mármol casi translúcido del emperador romano Tiberio. Recorremos, asesorados al detalle con conocimiento y pasión por los miembros de Hins Atiba, los diferentes espacios expositivos y así charlamos de la historia y de las historias de Teba, de sus moradores antiguos y no tanto, de sus revueltas sociales en la cantera, de la importancia de la recuperación y conservación del patrimonio, de la Cueva de las Palomas, del poblado íbero de los Castillejos, del romano cortijo de los Tajos y, por supuesto, de Sir James Douglas y su vida y batallas e ideales y muerte. No en vano, la asociación ha sido la promotora de las Jornadas de Sir James Douglas o Douglas's Days, donde se rinde homenaje a tan insigne personaje y se teatraliza parte de su historia, con caballos, templarios, hombres ataviados con su característico escudo de armas, y un nutrido grupo de ciudadanos escoceses que también ofrecen tributo al héroe de Teba. Seguimos charlando y charlando y charlando y charlando nos quedaríamos, pero debemos de continuar la visita.

El centro del municipio, segunda parte

Nos incorporamos de nuevo a la calle Grande que se convierte en calle San Francisco y ascendemos, apenas a cien metros llegamos hasta la plaza de España, donde encontramos otro de los rastros de Sir James Douglas. Una lápida gris en la que se puede leer tanto en inglés como en español lo siguiente: “Camino de la Cruzada falleció Sir James Douglas luchando contra los moros al lado del rey don Alfonso XI cayó cerca del castillo della Estrella de Teba el 25 de agosto de 1330. Caballero lealísimo del rey Roberto I de Escocia y adalid óptimo en las guerras de independencia, Sir James el Bueno peregrinaba a la Tierra Santa bajo juramento de consagrar el corazón real del libertador de Escocia en el altar de la iglesia del Santo Sepulcro de Jerusalén”. Desde la plaza de España vemos la portada del que fuera Convento de San Francisco, una pieza muy historiada y que en la actualidad tiene otros usos. Aún con todo queda presencia de su destacada importancia y del elevado rango del convento, construido en el siglo XV en estilo mozárabe.
Regresamos a la plaza de España y descendemos por la calle Nueva hasta cruzar por delante de la casa del marqués de Greñina, de cuyo esplendor queda una portada apabullante en los recursos empleados para edificarla, tras la puertas podemos ver el gran patio interior que alberga la casa. El portal parece un sueño, de hecho es la entrada a un palacete, denominación más apropiada para la vivienda del marqués de Greñina. Dos columnas serias, con un dintel sobresaliente interrumpido por un pequeño altar. Destaca su color crema frente al marrón oscuro de la puerta y el blanco inmaculado de las paredes.
Desde aquí nos perdemos, deambulamos, intentamos digerir tantas historias como hoy con han contado, paseamos, caminamos, lentos, despaciosos y nos percatamos de que nos ha entrado algo de apetito. Para culminar la jornada, nos desplazamos, en coche hasta el Restaurante Diego, situado en el kilómetro 5,5 de la carretera que une Ronda con Ardales.

La comida


Nos lo han recomendado y las recomendaciones son casi siempre acertadas y, en ocasiones, un pleno acierto, como es el caso. En el parking ya se ven estacionados un nutrido grupo de coches. Entramos y nos atienden de maravilla. La carta es amplia y repleta de comida tradicional, entre sus platos destacan las carnes, el cordero, el cochinillo y los espárragos de huerta y de monte. No lo pensamos. Sopa de espárragos, cordero, solomillo relleno de gambas, dos refrescos, dos botellas de agua, dos cafés solos, uno de ellos con hielo y otro de ellos doble. Total 46,50 euros. La sopa es exquisita y completa. Indagamos acerca de los ingredientes, que luego nos confirman. Espárragos, huevo, cebolla, pimiento verde y rojo, ajo, tomate, un majaíllo secreto… Está deliciosa. Al igual que el cordero asado, acompañado de una guarnición de tomates asados, verduras y patatas a lo pobre. El plato más osado es el solomillo relleno de gambas. Delicado, acompañado de salsa holandesa, contundente y suave a un tiempo. Buenos cafés y sendos chupitos de licores sin alcohol. El trato amable y muy considerado. Para repetir.

Despedida

Aún con la cabeza repleta de historias y el apetito colmado dejamos atrás Teba. En el espejo retrovisor se divisa el castillo de la Estrella, que se hace cada vez más pequeño, más pequeño, más pequeño y que aún cuando está a punto de desaparecer tras una cruva verde, parece inexpugnable.

Informaciones útiles y enlaces de interés

La Feria del Queso: Las queserías artesanales de Andalucía se dan cita en Teba para mostrar sus productos en la Feria Mercado del Queso. Los mejores quesos y las denominaciones de origen más prestigiosas de España son los principales reclamos de la Feria-Mercado del Queso Artesano de Teba. Participan unas 50 empresas distribuidas por los 70 puestos del mercado, la mayoría queserías, algunos con productos típicos de la gastronomía de la zona, como embutidos y repostería, y donde se espera la asistencia de unas de 10.000 personas. Además de la degustación y venta directa, los visitantes pueden disfrutar de un variado programa de actividades, como complemento lúdico y turístico. 2 y 3 de Octubre. (Información extraída de la página web municipal)
Jornadas de Sir James Douglas: Los días 18 y 19 de septiembre de 2010 se celebran las jornadas escocesas en Teba. Desde 2005 se vienen celebrando las Jornadas de Sir James Douglas en conmemoración de la muerte de este famoso conde escocés en la toma del Castillo de la Estrella. A lo largo de dos días se celebran diversas actividades culturales, lúdicas y festivas con una destacada participación de la comunidad británica de la Costa del Sol y Gibraltar. Durante las jornadas se recrea el ambiente medieval por las calles del pueblo. Se instala un mercado en el que se ofrecen productos típicos del municipio. La Agrupación de Gaiteros Escoceses de Gibraltar y la Banda Municipal de Teba tocan música celta. (Información extraída de la página web municipal)
Enlaces de interés: Tomamos como referencia la página web del Patronato de Turismo de la Costa del Sol, la web municipal de Teba, la de la Red de Patrimonio del Guadalteba y la de la asociación Hins Atiba.

6 comentarios:

Nekane dijo...

Lo que estoy aprendiendo los martes...Lo de hoy,Teba,me ha dejado la NECESIDAD de verlo y vivirlo.ES QUE LO TIENE TODO.
Bueno,y siendo algo más prosaicos la comida tiene un brillo y un aspecto que dice cómeme directamente.
Genial,Israel.Ahora me voy a deleitar otro rato más viendo las fotos despaciosamente porque me sorprende que en un mismo día haya tantos matices y colores en el cielo.
Un abrazo,Israel.

Begoña dijo...

Me gusta la puerta de la casa condal en la Plaza de la Constitución y muy interesante el museo arqueologico.

Pantxike dijo...

Teba, que poderio de pueblo,completito del todo: cultura,gastronomía,paisaje...
Tomamos nota Israel.
Besitos para Anto y un fuerte abrazo para tí Isra.

Israel B dijo...

Pues mira,Israel:El jueves iremos a Teba y aunque ya lo conocemos nos faltan de visitar infinidad de cosas que tu con tu peculiar estilo apuntas.
Hasta pronto.
Israel

Anónimo dijo...

Pasamos de 95000 los viajeros y viajeras TUYOS Y TUYAS.
Ya queda menos para los 100000.
Ánimo y mucho viaje de calidad viajera.
Un abrazo y Felicidades.

Anónimo dijo...

Esta estupendo , pero conozco Teba y se ha pasado por alto algo espectacular :El tajo del Molino y la cueva de Las Palomas. Un impresionante que hace volar la imaginación.Saludos