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86 CASABERMEJA: MÁS ALLÁ DEL CAMPOSANTO

martes, 30 de noviembre de 2010

Corona Casabermeja su caserío sólido, apretado, con la torre campanario de su iglesia. Parece querer tocar el cielo con su pináculo, sobresale entre las casas como un faro, saludo para los viajeros que provienen de Córdoba, de Antequera, de Granada. Saluda Casabermeja como la primera de Málaga y muestra el poderío de sus calles encaladas, de su templo majestuoso, de su trazado imposible en apenas un vistazo. Santo y seña antes de llegar a la Costa del Sol. Y cuando el viajero deja atrás el primer instante mira por el retrovisor y observa los túmulos blancos, las bóvedas, los cilindros tumbados sobre la tierra. Todo es blanco refulgente. Mira por el retrovisor y contempla cómo las cruces del camposanto sobresalen de las tumbas, de las “nicheras”. El viajero pregunta qué es eso y el bermejo responde: El Cementerio de San Sebastián.


Una aproximación

Casabermeja es un nudo de comunicaciones, hasta su término municipal llegan las carreteras que provienen desde Antequera, desde Córdoba, desde Granada a través de la A-92. Es la primera impresión que muchos viajeros obtienen de la provincia malagueña y no conduce a equívocos, porque sus calles estrechas y empinadas, su color blanco, inmaculado, la presencia totémica de su iglesia resulta inconfundible y conforma parte del imaginario colectivo de pueblo andaluz, que además, corresponde ciento por ciento con la realidad. Casabermeja es el faro que conduce a los viajeros, a través de la sinuosa senda del valle del río Guadalmedina y atravesando los Montes de Málaga, hasta la promesa de las playas costasoleñas. Nosotros hoy, hacemos el camino inverso y lo primero que vemos antes de llegar al puerto de las Pedrizas son las “nicheras” del cementerio de San Sebastián. En nuestro ánimo nos encontramos con ganas de conocerlo, no en vano está declarado desde 2006 Bien de Interés Cultural, siendo el primer cementerio de la comunidad autónoma en obtener este alto grado de protección. Tras pasar bajo la autopista iniciamos el ascenso al centro urbano. A la derecha encontramos un indicativo de parking, que seguimos hasta estacionar el coche. Desde aquí tendremos que subir un par de cuestas, pero la vista que nos regala del caserío y, sobre él, de la iglesia, merece la pena.

La iglesia, las fuentes y el Castellum

La vista de la iglesia es imponente. Sobresale la torre campanario, altísima. El cuerpo del templo parece sustentarla, elevarla a las alturas, auparla. Desde aquí ya se observan cuatro de los cinco cuerpos que la componen, superpuestos, como una construcción infantil. En nuestro caminar nos percatamos de un detalle curioso. En las placas identificativas de las calles, realizadas en azulejo, su nombre se acompaña con un dibujo referente al mismo. En la calle Palomo aparece, además del nombre, el dibujo de una paloma. En el callejón de la Luz, aparece dibujada una farola, y así, con todas. Curioso. Pronto llegamos a la plaza que precede a la iglesia. Frente a su portada se encuentra la Oficina de Turismo, en la que entramos y nos proveemos de folletos, mapas, etc. Preguntamos por la Torre Zambra, un mirador sobre el que se yergue una torre y desde el que se divisa una impresionante panorámica de los Montes de Málaga, del Torcal, de la costa. Se nos indica que llamando con antelación se puede solicitar la llave para entrar en la torre y obtener así unas vistas aún mayores. Nos situamos. La iglesia parroquial de Nuestra Señora del Socorro es el monumento más destacado del centro urbano de Csabermeja. Resulta de una belleza y de un porte innegable. La portada nos saluda con cierta sobriedad, blanca, con frisos de fábrica de ladrillo y sencillo arco de medio punto realizado en piedra. Desde el exterior ya se aprecia su construcción interior, de tres naves perfectamente diferenciadas. En la parte trasera, el templo se historia algo más y se hace visible la cúpula que alberga el altar mayor. La torre, de ladrillo rojizo, sobresale con sus cinco cuerpos. La iglesia fue construida en el siglo XVI y reformada en el siglo XVIII. Entramos. El suelo, damasquinado en rombos blancos y negros, las bóvedas de medio cañón, las tres amplias naves y el camarín de la Virgen del Carmen a la izquierda y de Jesús Nazareno a la derecha. Salimos y nos sorprende el rotundo tañer de las campanas, que asusta a las palomas. Casabermeja posee algunas casonas antiguas, con amplios zaguanes, patios convertidos en grandes salones, en salas de estar. Entrevemos una chimenea encendida, un hombre que lee un periódico sentado en una mesa camilla. Se abre el aire al aroma del picón, de las brasas de olivos y almendros. Junto a la iglesia hay un panel con un mapa de situación del municipio. Nos ubicamos. Tomamos la calle de la derecha, calle San Sebastián hacia abajo. Nos dirigimos de manera directa hasta el Cementerio Municipal, pero antes tenemos curiosidad por visitar el Castellum Aquae, una antigua construcción romana, Castillo de Agua que sirvió como fuente durante décadas. De aquella edificación solo queda la entrada, en forma de bóveda y un jardín. Resulta curiosa.Salimos.

El Cementerio de San Sebastián

El portalón de entrada indica los horarios: De 10 de la mañana a 6 de la tarde. Cruzamos y nos adentramos en un mundo de respetuoso silencio. Un quedo saludo con dos operarios, un gesto leve con la cabeza con una familia que lleva flores bajo el brazo. Leemos uno de los primeros carteles que nos encontramos y que subraya la importancia del lugar que vamos a visitar: “Para mantener la estética tradicional del cementerio, dado su carácter de Bien de Interés Cultural, el Ayuntamiento comunica a las personas que deseen efectuar obras (cambio de lápidas, restauración de nichos, etc.) deberán ponerse en contacto con los servicios técnicos”. Un camino de cipreses nos conduce hasta la capilla del camposanto. Un edificio sencillo y sólido, blanco como blancas son todas las tumbas que le rodean. Aquí se inicia un viaje que se puede contemplar con dos miradas, siempre con la respetuosa que se ha de tener en un cementerio. La primera mirada es la de la curiosidad histórica, la de la indagación cultural, la de la arquitectura funeraria. La segunda es la mirada más sacra, religiosa, ceremonial y tradicional. El Cementerio Municipal de Casabermeja, alejado de lo que realmente es, un camposanto, merece una visita cultural. Es curioso, es particular, la forma que las tumbas, las “nicheras”, han adoptado con el paso de los años. Tanto es así que debido a su construcción la leyenda cuenta que “Por la forma arquitectónica de los nichos en el que el frontal se puede distinguir las siguientes partes: Abajo (Puerta para depositar al difunto), Medio (Lápida y adornos), Arriba (Frontal con adornos arquitectónicos). Esta forma ha hecho que durante mucho tiempo los visitantes hayan pensado que en Casabermeja se entierran a los difuntos en pie”, como apunta la página web municipal. El cementerio de Casabermeja fue declarado Monumento Nacional en 1980 y Bien de Interés Cultural en 2006. La forma de las tumbas, un semicilindro tumbado sobre la tierra con un frontal rectangular puesto en pie había provocado esta sensación. Nos percatamos, y confirmamos después, que los nichos están rematados por una cruz de forja y que todas ellas (y hay cientos) son diferentes entre sí. La historia del cementerio de Casabermeja se remonta a una orden de Carlos III en 1787 que prohibía seguir enterrando en la “tierra sagrada” de los templos y obligaba a realizar los enterramientos en los cementerios, más alejados de los centros urbanos. Ya en el año 1786 se concedió una ayuda de 400 reales a Casabermeja para la construcción de un camposanto, debido a que el del templo se encontraba saturado. De esta manera se erigió el cementerio de San Sebastián. Al camposanto acudieron en un primer momento los ciudadanos más pobres. Las tumbas, así eran sencillos túmulos de piedra pintadas de blanco y decoradas con flores y una pequeña cruz. Los ricos, siguieron siendo enterrados en la parroquia, hasta que una nueva orden de 1804 lo prohibió expresamente. De esta manera las tumbas se fueron haciendo más complejas, dotándose de formas abovedadas de cañón e incluyendo un frontispicio a modo de fachada dándole esa forma tan peculiar. Además, la topografía del terreno hizo que las calles del cementerio se fueran adaptando al mismo, creando un trazado irregular, con distintas pendientes y rincones escondidos. Paseamos. El cielo amenaza tormenta y el cielo permanece gris. Tiramos unas fotos y, en silencio, observamos las tumbas, las “nicheras”. Paseamos. Sobrecoge este ambiente de blancura inmaculada. Se recortan las cruces contra la tormenta. La sorpresa se esconde tras cada esquina y la forma semicilíndrica de las tumbas forma, una con otra, una con otra, un campo extenso de bóvedas. Los frontispicios están más o menos historiados y los recubren un mayor o menos número de flores. Leemos los nombres, las fechas. Pensamos en las vidas de las personas que los ocupan, quiénes y cómo fueron, a qué se dedicaron, a qué les gustaba jugar. En la parte más alta del cementerio, junto a la entrada aún se conservan algunos de los antiguos túmulos, esas pequeñas montañas de piedra pintadas de blanco. Sobrecogen. En el siguiente slideshow hemos colocado de manera especial algunas imágenes específicas del Cementerio Municipal de Casabermeja.





La ermita del Chorro y la torre Zambra

Abandonamos el cementerio y caminamos hasta el parking público donde hemos estacionado el coche. Desde el aparcamiento parte una carretera que indica “Área Recreativa” y “Torre Zambra”. La seguimos. Ascendemos por una carretera en buen estado hasta llegar a la ermita del Chorro, junto al área recreativa del mismo nombre. La ermita es un edificio moderno, está construido en 1989, y la modernidad se vislumbra en su aspecto, que incluye una esquina acristalada desde la que puede contemplarse el interior del templo. Entre los árboles que la circundan, altos cipreses, se intuye el caserío blanco de Casabermeja. Continuamos camino y realizamos un par de paradas más para sacar unas fotografías. Desde aquí se obtiene un magnífico panorama de las Pedrizas, de El Torcal, del municipio bermejo allá abajo. Para encontrar la senda hacia la Torre Zambra tenemos que preguntar. Una vez encontrado el carril se nos abre una disyuntiva, acceder en coche (un kilómetro y medio por pista de tierra en ascensión y su posterior bajada) o subir caminando. Optamos por la segunda. El día no es demasiado propicio. La humedad ha reblandecido el suelo, pero las visyas a la llegada van a merecer la pena. Poco a poco, con tranquilidad, disfrutando del paseo llegamos hasta la cima. Y decimos bien, porque la torre Zambra se sitúa en un otero considerable. La edificación se conserva en buen estado, una escalera de hierro exterior comunica con una puerta de madera. El día no es propicio. La tormenta anunciada ha comenzado a arreciar y unas volutas de bruma procedente del mar nos empañan la vista panorámica. Otra vez será. Aún con todo, nos sentamos y dejamos que las primeras nieblas lleguen casi hasta nosotros.

Despedida

Silencio blanco. El cementerio de Casabermeja nos transmite sus historias, su pasado, su presente, su futuro. Nos ofrece nombres y datos y fechas y recuerdos. Algunas flores marchitas y otras rebosantes de color. Paseamos, despacio, entre sus calles, asomándonos a sus rincones. Contemplamos todas las diferentes cruces y alabamos el ingenio de los maestros de forja. Miramos las “nicheras”… ¿Por qué así? ¿Por qué se decidió esta forma para las tumbas? ¿Quién fue el primero en hacerlas abovedadas? Quizá no tengan respuesta o debamos preguntar a los estudiosos, aún con todo ahí están, ahí quedan estos interrogantes, flotando entre las callejas de un camposanto.

Otras informaciones y enlaces de interés

Uno de noviembre, Día de Todos los Santos: “En Casabermeja se ha desarrollado un gran culto a los difuntos, teniendo su día de máxima expresión el día de éstos donde las mujeres de la localidad blanquean los nichos y panteones, los adornan con flores y le encienden velas a sus familiares fallecidos”, apunta la web municipal.
Festival del Cante Grande: En la web municipal se señala que“El Festival de Cante Grande tiene sus orígenes en el año 1969, cuando la Junta de Festejos decide sustituir del programa de feria, el tradicional cuadro flamenco por un festival de cante, baile y toque de guitarra al que denominaron Festival de Cante Grande. En la actualidad este festival es considerado por los entendidos del cante como uno de los más importantes de Andalucía, por el que han pasado cantaores de la talla de José Menese, Camarón de la Isla, José Merced, etc. Lo mejor que tiene el Festival es el público. En Casabermeja se escucha el Cante con gran respeto; respeto que viene del conocimiento de un público entendido que ha hecho suyo lo de “saber escuchar es un arte”. Este público se sientan por grupos alrededor de sus mesas, y al mismo tiempo que escuchan buen cante degustan buen vino y aperitivos.Destacable también es el recinto al aire libre, con un escenario adornado por sí solo con la Torre de la Iglesia iluminada para la ocasión, el suelo con martranzos y romero esparcido que desprenden un aroma refrescante y agradable”.
Enlaces de interés: Tomamos como referencia la página web del Patronato de Turismo de la Costa del Sol, las dos páginas web municipales de Casabermeja.

Este blog queda abierto a los comentarios, anotaciones, opiniones que los navegantes deseen realizar. Nos vemos en El Color Azul del Cielo.

3 comentarios:

Nekane dijo...

Hoy el Color Gris del cielo le da un aire especial a Casabermeja.
Indudablemente lo que más llama la atención es el cementerio.Una obra de arte tan armónica que imagino de dará una paz eterna a sus moradores.
Un abrazo,Israel.
Sigue deleitándonos todos los martes.
Te queremos.

Nekane dijo...

Hoy,El Color Gris del Cielo le da a Casabermeja un aura especial,de encanto.
Lo que más llama la atención,desde luego,es el cementerio.Con esa belleza y armonía estará asegurado el descanso eterno y la paz de sus moradores.PRECIOSO TODO y genialmente contado.
Un abrazo,Israel y sigue llenándonos los martes de imaginación,vitalidad y GANAS DE DESCUBRIR viajando

Anónimo dijo...

Qué bien.Ya pasamos de 85000 tus visitantes y viajeros fieles.
Un abrazo.